BALONCESTO

El CAI lucha contra sus fantasmas

La derrota de Manresa y una pésima racha obligan a los zaragozanos a ganar al Alicante, un rival directo por evitar el descenso.

Hettsheimer y Barlow luchan por el balón en un entrenamiento.
El CAI lucha contra sus fantasmas
E. CASAS

A los jugadores del CAI Zaragoza se les han atragantado los dulces de una Navidad que se antojaba decisiva para lograr la permanencia en la ACB. Tras perder en casa contra el Bizkaia Bilbao Basket y rozar el ridículo en la cancha del Assignia Manresa, los pupilos de José Luis Abós se enfrentarán el próximo domingo (12.15, Aragón TV) al Meridiano Alicante con la obligación de ganar a otro rival directo para despistar a sus fantasmas. Una sola victoria en cinco partidos, una pésimo último encuentro y la proximidad de los puestos de descenso han sido suficientes para activar el estado de alarma.

En la tierra de los turrones deberán comenzar a 'digerir' la dura derrota encajada hace solo unos días, cuando el CAI no dio la talla ante un equipo más que asequible y desperdició la oportunidad de abrir un pequeño pero importante hueco con la parte baja de la clasificación. Después de sumar solo 42 puntos en 40 minutos -la tercera marca más baja de la historia de la competición- y ofrecer una pobre imagen en la primera gran final del año, los jugadores del equipo aragonés esperan recuperar la intensidad y el juego desaparecidos en el Nou Congost de Manresa.

Y el destino, el calendario o el espíritu de la Navidad ha querido darle una nueva oportunidad al CAI Zaragoza, que el domingo asistirá al salto inicial en circunstancias casi idénticas a las de hace solo una semana. Jugarán a domicilio, contra un rival directo y podrían obtener una victoria que valdría por dos. Si los aragoneses ganasen, obtendrían una renta de dos triunfos sobre los levantinos y se asegurarían un colchón de dos puntos sobre las dos posiciones de descenso, en las que ahora mismo descansan el Granada y el próximo rival del cuadro dirigido por Abós.

Aunque los datos dicen que el Meridiano Alicante lleva una victoria menos que el CAI Zaragoza, que tiene el segundo peor ataque de la liga -tan solo por delante del Manresa- y que es el equipo con menos valoración -una media de 55,14 por partido, frente a los 74, 43 de los aragoneses- de toda la ACB, las sensaciones hablan en otro idioma. Y es que, digan lo que digan las estadísticas, los alicantinos reciben a Cabezas, Barlow y compañía en su mejor momento de la temporada.

Tras un inicio de campaña para olvidar -han ocupado la última posición durante 11 jornadas y solo han estado una vez fuera del descenso-, el conjunto de Txus Vidorreta ha ganado tres de sus últimos cuatro partidos. El Meridiano Alicante sorprendió al Unicaja malacitano (80-72), consiguió una vital victoria en la cancha del Granada (52-53) y se llevó un nuevo triunfo de San Sebastián (56-61), donde el Lagun Aro no pudo con el ala-pívot norteamericano Justin Doellman, quien anotó 17 puntos y se convirtió en el máximo reboteador (13) de la pasada jornada.

En el último mes, solo el resucitado Power Electronics Valencia ha conseguido doblegar a sus vecinos (65-73). Casualidad o no, la buena racha del Alicante ha coincidido con la llegada de dos refuerzos: el estadounidense Kenny Hasbrouck y el eslovaco Martin Rancik, que ya es considerado el talismán del equipo. Desde que llegó a la capital alicantina ha jugado tres partidos y todavía no conoce el sabor de la derrota. Solo faltó contra el Valencia, y su equipo cojeó tanto en la pintura como en el marcador.

El CAI y su mala racha

Totalmente opuesta es la racha del CAI Zaragoza, que solo ha ganado uno de los últimos cinco partidos que ha disputado. Contra estos tristes números quieren luchar los aragoneses, que miran con melancolía al pasado mes de octubre, cuando consiguieron encadenar la única racha de varias victorias consecutivas -derrotaron al Granada en casa, al Barça en el Palau y al Cajasol, de nuevo en el Príncipe Felipe-. Para ello, es imprescindible recuperar a Cabezas, el jugador que pone más 'cerebro' en el juego caísta. Parece que el base malagueño ya se ha recuperado de sus molestias en la rodilla y no tendrá problemas para jugar en Alicante.