FÚTBOL

Dos muertos más en el fútbol argentino

Un aficionado de Colón muere apuñalado y uno de Huracán, de un disparo

La violencia en el fútbol argentino se cobró dos vidas más el pasado fin de semana, cuando un aficionado de 20 años fue apuñalado en un estadio de la ciudad de Santa Fe y otro de 27, disparado hace tres semanas, murió en un hospital de Buenos Aires.


Daniel López falleció el sábado tras recibir varias puñaladas en medio de una pelea en la tribuna de un campo de Santa Fe, donde se disputaba el partido Colón-Godoy Cruz, correspondiente al Torneo Apertura 2008 de la Liga argentina. El ataque fue registrado por las cámaras de seguridad del estadio, de donde el joven fue retirado gravemente herido y falleció mientras era trasladado en ambulancia a un hospital.


El asesinato se produjo durante una batalla entre hinchas del Colón, y fue presenciado por miles de personas, e incluso relatado por los cronistas de radio que transmitían el partido. La víctima estaba acompañada por su hermano, quien también sufrió heridas de arma blanca y fue hospitalizado en estado grave.


Mientras tanto, a primeras horas de ayer falleció en el hospital Penna de Buenos Aires Rodrigo Silvera, seguidor del Huracán disparado en el tórax el 1 de noviembre, presuntamente por fanáticos del tradicional adversario del barrio vecino, el San Lorenzo. La agresión se produjo cuando simpatizantes del Huracán que llegaban en una caravana de automóviles festejando la victoria de su equipo sobre el Estudiantes, también en partido del Torneo Apertura, pasaron frente a una pizzería donde suelen reunirse hinchas del San Lorenzo.


Aquel episodio marcó un recrudecimiento de la violencia en torno al fútbol en Argentina, donde además hubo en los últimos días dos incidentes de secuestros de autobuses de pasajeros por parte de 'barrabravas' que obligaron al conductor a trasladarlos al estadio donde jugaba su equipo.


El domingo pasado un centenar de hinchas del River Plate secuestraron un ómnibus en el centro porteño, asaltaron a sus pasajeros, los obligaron a descender y amenazaron al conductor para que los llevara a un estadio en la periferia sur donde el River disputada un partido frente al Independiente. El suceso se saldó con al menos 80 arrestados, entre ellos unos 25 menores.


Hace diez días, fanáticos del Chacarita Juniors, de Segunda División, protagonizaron un episodio similar al secuestrar dos ómnibus en la periferia oeste y amenazar al conductor con armas blancas para obligarlo a ser conducidos hasta el estadio del Ferrocarril Oeste, en la capital argentina.