El filial tuvo un tránsito cómodo hacia las semifinales de la Copa Federación. Pese a lo ajustado del marcador, la clasificación del Zaragoza B para la siguiente ronda del torneo nunca fue cuestionada por un rival, el Valdefierro, que se dedicó a contener durante los 90 minutos del choque. El resultado de la ida, donde el filial se había impuesto con autoridad (0-2), aún restó mayor emoción al encuentro. Y eso que el Valdefierro siempre dio la cara. En el aspecto defensivo, el cuadro de Juan Carlos Remiro exhibió contundencia, convicción y disciplina táctica. Con una estructura de contención más que fiable, y con unas responsabilidades muy bien definidas en cada jugador, el cuadro visitante apenas sufrió sobresaltos. Sin embargo, le faltó determinación para sumarse al ataque. Mientras, el filial trató de mantener su habitual estilo de juego, pese a afrontar el partido con numerosas ausencias. De hecho, Emilio Larraz no pudo contar con Matute ni con Matas, por lesión, ni tampoco con Kevin Lacruz, Edu García, Jorge Ortí, José y Ramiro Mayor, quienes siguen completando la pretemporada con la primera plantilla. Aun con todo, el Zaragoza B ofreció un buen rendimiento en la primera media hora de juego. Monopolizó el balón, combinó con criterio y jugó siempre en el terreno del rival. Así, al cuarto de hora, Creus adelantó al filial con el marcador, en un mano a mano con Eduardo Almendro. El jugador zaragocista se ayudó con la mano para rebasar al meta visitante, pero el árbitro concedió el gol..