TOUR DE FRANCIA

Contador gana en la primera etapa alpina y se viste de amarillo

El español Alberto Contador dio un golpe de autoridad en la meta de Verbier donde culminó la primera etapa alpina de la ronda francesa. Se impuso en solitario en la decimoquinta etapa del Tour de Francia y consiguió vestirse de amarillo.

Alberto Contador vestido con el jersey de líder del Tour
Contador gana en la primera etapa alpina y se viste de amarillo
AFP PHOTO

Alberto Contador ha tomado el poder en el Tour de Francia y ha demostrado su condición de líder, en el Astana y en la carrera, con una exhibición portentosa en solitario que le ha llevado hasta el maillot amarillo en la primera etapa alpina disputada entre Pontarlier y Verbier, Suiza, de 207 kilómetros, en la que ha fulminado a sus rivales directos.


Se ha acabado el debate y el menor asomo de duda. Un ataque marca de la casa incontestable, ha conducido a Contador hacia la victoria en la primera llegada en alto de los Alpes hasta el liderato.


"Ha disparado" al aire en solitario, abrazando la inédita cima suiza de Verbier con una ventaja de 43 segundos sobre el luxemburgués Andy Schleck y 1.02 minutos respecto al italiano Vincenzo Nibali. El destrozo se ha ampliado a Frank Schleck y Carlos Sastre, muy bravo, de menos a más, que han culminado a 1.06.



Debate interno cerrado



Contador también ha solucionado el debate casero. Lance Armstrong no ha aguantado un solo metro el demarraje de su jefe de filas y ha hecho agua en el ascenso final. Ha subido a ritmo, eso sí, de manera inteligente y ha acabado a 1.35 minutos. Debate cerrado. Evans también se ha enterado de cómo se las gasta Alberto a la hora de escalar y ha perdido 1.25. El anterior líder, Rinaldo Nocentini, se ha despedido de la prenda dorada al ceder 2.37.


La general se ha movido. El Tour espabila con el corredor de Pinto como protagonista. Se ha vestido de amarillo casi dos años después, en el podio de Verbier, con cara de rabia, pletórico, tal y como ha subido el puerto. Además se ha llevado un enorme perro San Bernardo, que sirve para auxiliar a los que se pierden en la montaña. A sus rivales no les vendría mal un can de esa raza.


No obstante, Lance Armstrong ha ganado dos puestos. Es segundo a 1.37 de Contador, mientras que el pistard británico Bradley Wiggins se ha colocado tercero a 1.46. Andy Schleck, que se ha ganado el papel de aspirante por su valentía y calidad ya es quinto, a 2.26 y Carlos Sastre asoma undécimo a 3.52, merodeando su zona, la del Top ten, su hábitat.


Y ha llegado el momento de la explosión a falta de 5,6 kilómetros para meta. Contador ha salido como un cohete en busca de la cima. Un letal arranque seco, implacable, para intimidar. Luego un ritmo grácil, acompasado, como si levitara encima de la bicicleta. A su estilo.


Después ha tocado mantenerse ante el arreón de atrás por parte de Andy Schleck, el único que dio la talla de favorito. Sin problemas para el ciclista de Pinto, que en ningún momento miró atrás. Rabia y coraje en cantidades industriales, por eso se lió a manotazos con los espectadores que trataban de tocarle en pleno esfuerzo. De ahí que se quitara el famoso pinganillo.


Ya no quería oír nada. Tan sólo su respiración, el rumor de tanta tensión acumulada desde que había comenzado el Tour. El español no sólo se dirigía hacía su segunda victoria en el Tour, ya ganó en su año triunfal de 2007 en Plateau de Beille, sino hacia la plataforma que le puede dar en París su segundo título. Y también al carpetazo final al debate. El líder del Astana es él.


Y lo ha admitido Armstrong, como no podía ser de otra manera. "Alberto es el más fuerte", ha dicho por fin. Contador también ha aportado su frase. "El equipo jugará mi baza", ha comentado.