La afición tenía ganas de ver a la Roja. Y lo demostró. A pesar de la tormenta que descargó sobre la capital aragonesa, y que justo comenzó unos minutos antes de que el árbitro pitara el comienzo del partido, unas 500 personas –estudiantes, jubilados y algún que otro trabajador que había podido ‘escaparse’, sobre todo- se dieron cita en Las Playas de la Expo para seguir la retransmisión del partido en pantalla gigante, en una cita organizada por HERALDO.

Olivia y Álvaro, dos jóvenes de 16 años, entraban a la arena cuando todavía sonaba el himno de la selección española de fondo. “Hemos venido a apoyar a España”, decían animados.

Conforme avanzaba el partido, la lluvia arreciaba y los aficionados utilizaban las sombrillas, paraguas, toallas y periódicos para guarecerse del chaparrón que caía. Incluso, hubo quienes aprovecharon cuatro mesas para construirse una ‘tienda de campaña’ improvisada.

En el descanso, muchos optaron por seguir la segunda parte del partido desde el interior del bar de Las Playas, y solo unas decenas de jóvenes forofos de la selección española aguantaron contra viento y marea a los pies de la pantalla gigante. Tenían sed de la Roja.