A pesar del importante desembolso económico realizado hasta el momento por el Real Zaragoza, con 16,8 millones de euros invertidos en fichajes, en el club no existe síntoma alguno de preocupación. Al menos, eso transmitió ayer el presidente de la entidad, Eduardo Bandrés, cuando trató de justificar el gasto efectuado con las nuevas incorporaciones. "No estamos tirando de talonario de manera inconsciente", advirtió.

El presidente, además, respaldó la forma de actuación del Real Zaragoza, cuyo proyecto se contempla a medio plazo. "Nuestra estrategia de inversión está prevista a dos años vista, repercutiendo en dos ejercicios económicos y no solo en uno. No estamos pensando únicamente en esta temporada, sino también en la que viene de nuevo en Primera", insistió Bandrés, quien además recordó los ingresos obtenidos en el club con los traspasos.

"Hay que tener en cuenta que el Real Zaragoza, además de esos gastos, ha percibido un dinero importante durante el verano gracias a los casos de Aimar, Óscar, Lafita e, incluso, la parte que faltaba por ingresar de la venta de D'Alessandro", observó Bandrés. Con estas operaciones, el club aragonés ha percibido un total de 13 millones de euros, una cantidad que, según el presidente, "compensa en parte las inversiones que se han realizado".

Equilibrio económico

Bandrés admitió los 16,8 millones gastados por el club; pero mantuvo el mismo discurso: el desembolso no responde, ni mucho menos, a un despilfarro caprichoso y carente de sentido. "Es verdad que el Real Zaragoza está ahora en esa situación de gastos. Sin embargo, estamos planteando la inversión en una propuesta de recomposición y reconstrucción de la plantilla con objetivos a dos años vista", reiteró.

Cuando se cuestionó la línea de actuación del Real Zaragoza, caracterizado por contratar futbolistas a golpe de talonario, Bandrés puso de ejemplo la reciente adquisición de Pignol, procedente del Murcia. "No fichamos de forma inconsciente. Tratamos de encontrar también jugadores polivalentes y necesarios que, como en el caso de Pignol, vengan con la carta de libertad. Nuestra intención es combinar la contratación de jugadores que cuestan dinero en concepto de traspaso con otros que no", afirmó el presidente.

En cualquier caso, Bandrés reconoció también la importante deuda contraída por la entidad. "Somos conscientes de la difícil situación económica del Real Zaragoza. Por ello, tenemos siempre presente que hay que buscar un equilibrio entre los objetivos deportivos y las posibilidades económicas", explicó el presidente, quien no negó el lastre financiero que ha supuesto el descenso de categoría: "El escalón que se vive en el día a día entre la Primera y la Segunda División es grandísimo. Hay una brecha enorme, sobre todo en el apartado de los ingresos por televisión".

La deuda, de momento, no parece preocupar en exceso al Real Zaragoza. "Hay otros clubes que están mucho peor que nosotros. Varios están afectados por la Ley Concursal y, por lo tanto, su capacidad de decisión está restringida a lo que determinan los administradores concursales. Lo curioso es que esos clubes van a competir con nosotros. Clubes que, en algún caso, nos deben dinero", recordó Bandrés, en referencia al Levante por el caso de Savio Bortolini.

El presidente, por último, anunció nuevos movimientos en la plantilla zaragocista. "Yo pronostico que, en esta semana que viene, se van a acelerar muchas operaciones. Todavía se van a producir muchas más novedades, tanto de entrada como de salida de jugadores" aseguró.

Marcelino, en este sentido, ha solicitado la contratación de al menos cuatro jugadores. "Estamos demostrando que sabemos responder a las propuestas del técnico. Es muy posible que la próxima semana tengamos todas esas incorporaciones que él solicita", confesó.