baloncesto
El Casademont Zaragoza cierra la primera vuelta con un triunfo ante el Girona
El equipo aragonés se impone a los catalanes en el pabellón Príncipe Felipe (81-74) y alcanza el ecuador de la temporada con ocho victorias en su haber.
El Casademont prosigue su escalada. Aunque sin brillantez, superó este sábado al Girona (81-74), en un duelo que gobernó con mano firme de principio a fin, y clausura la primera vuelta de la Liga Endesa con ocho triunfos conquistados. El cuadro aragonés, cada vez más seguro de sus fuerzas, ha protagonizado un importante crecimiento en el último tramo de la competición.
De hecho, ha capturado la victoria en cinco de sus últimos seis partidos, algunas de rango mayor: sorprendió al UCAM Murcia (82-76), por entonces el equipo revelación de la Liga Endesa, y después tumbó al Barcelona (101-99), el actual campeón, en dos duelos que disputó al abrigo de sus aficionados; y, posteriormente, también se impuso en los desplazamientos a Palencia (80-88) y Tenerife (64-70), para seguir estirando su exitoso recorrido. Una racha que interrumpió el Andorra (72-76), el pasado 28 de diciembre, cuando de manera inesperada asaltó el pabellón Príncipe Felipe.
Este sábado dio un nuevo paso adelante tras doblegar al Girona, pese a acudir al careo con la ausencia de Mark Smith, su máximo anotador, quien permanecerá de baja, en principio, durante los dos próximos meses.
En el inicio, Bell-Haynes impuso un ritmo trepidante, sin apenas tregua, que desarboló por completo el sistema defensivo de su rival. Watt inauguró el marcador, con un contundente mate, tras una genial asistencia del base canadiense; y, posteriormente, el Casademont anotó de manera fácil con una penetración de McFadden y los lanzamientos de Santi Yusta desde la línea de personal (9-5).
El Girona se mantuvo, en un primer momento, por el talento individual de Susinskas y de Corey Davis; pero seguía ofreciendo importantes debilidades atrás, lo que se tradujo en un triple de McFadden, ejecutado sin ninguna oposición, y en una canasta fácil de Bell-Haynes tras un rápido contragolpe. El técnico de los visitantes, Salva Camps, tuvo que detener el partido a los siete minutos de juego, después de otra acción de mérito de Bell-Haynes: el base exhibió su puntería desde el perímetro, castigando otra desatención en defensa de los catalanes, para aumentar la renta de los locales hasta los 11 puntos (19-8).
El tiempo muerto no mejoró el rendimiento del Girona, que, además de su fragilidad en la labores de contención, continuó desarrollando un juego lento, plano y previsible en cada uno de sus ataques. En este escenario, el Casademont cerró el acto inaugural con una sólida ventaja (23-13) y sensaciones muy positivas en los dos lados de la pista.
En el segundo cuarto, y sin la presencia de Bell-Haynes, el equipo zaragozano redujo drásticamente su amenaza ofensiva. Se precipitó en sus decisiones y se prodigó en las pérdidas de balón, y mantuvo dos minutos y medio sin anotar; concesiones que, sin embargo, no aprovechó el Girona para intimidar a los locales. Al contrario, el Casademont enseguida recuperó el pulso, y aumentó la distancia con un mate de Sulejmanovic y con contragolpe de Lucas Langarita (27-15).
Y aunque apareció Quino Colom, con dos genialidades, para liderar un parcial de 5-0 y reducir las distancias, los zaragozanos golpearon con una canasta de Miguel González y con dos certeros triples -primero de McFadden y luego de Bell-Haynes-. Salva Camps tuvo que parar nuevamente el partido (35-20).
Sí mejoró esta vez la escuadra visitante, que al menos redujo su desventaja antes del intermedio con cinco tantos de Corey Davis y, ya sobre la bocina, con un lanzamiento desde más allá del arco de Brae Ivey (38-29). Al descanso, el cuadro aragonés había desperdiciado una gran oportunidad para haber finiquitado definitivamente el duelo.
La nota negativa de la primera mitad atendió a Rati Andronikashvili, la última adquisición de los aragoneses. El base georgiano debutó con el Casademont, pero su presencia en la pista se redujo a 4 minutos y medio; se retiró lesionado de la rodilla, y ya no pudo regresar al encuentro.
En los primeros compases de la reanudación, el Girona atisbó algo de esperanza, y por fin comenzó a creer, tras cinco puntos seguidos de Juani Marcos (40-34). El cuadro aragonés vivía sus peores momentos. Entonces aparecieron Mitchell Watt y Bell-Haynes, cómo no, para neutralizar el intento de remontada de su oponente. Poco después fue McFadden quien, con otro lanzamiento desde el perímetro, devolvió definitivamente la tranquilidad a la grada (48-34).
A partir de ahí, el Casademont siempre manejó cómodas rentas, casi siempre superiores a los 10 puntos de distancia, y ya no dio opciones a su rival. Tuvo un final de partido plácido y sosegado, sin apenas sobresaltos, con Watt, McFadden, Yusta y Bell-Haynes incontenibles. En los últimos compases, los visitantes se situaron a cuatro puntos, tras un triple de Marcos (73-69), pero los locales enseguida reaccionaron, también desde el perímetro, por mediación de McFadden. La victoria de los aragoneses nunca peligró.
Fue precisamente McFadden, con 18 tantos, el máximo anotador del equipo zaragozano. El escolta, que ejerció de base durante algunos minutos, tuvo el acompañamiento de Yusta (15 tantos), Bell-Haynes (13) y Mitchell Watt (12).
