baloncesto
Un gran Casademont tumba al Barcelona
El equipo aragonés derrota al mejor equipo de Europa (76-71) tras un extraordinario último cuarto (25-13) y se acerca a la salvación.
Jugando así, no tendremos que estar en vilo, tiritando mientras no despegamos la oreja de la radio o nos salen ojeras consultando la web de la ACB para ver cómo han quedado los rivales de la lucha por eludir el descenso. Jugando así, la gente volverá a un pabellón al que solo fueron ayer 5.732 espectadores para ver al mejor equipo de Europa. Jugando así, el Casademont tumbó al mejor club de la Euroliga y de la ACB. Jugando así, hemos dado un paso decisivo para escapar del descenso. Jugando así, en serio, no bajamos ni en broma.
El Casademont desarrolló durante 40 minutos un esfuerzo energético extraordinario y jugó como los más grandes para ganar al mejor club de la FIBA en un tramo final para retener en la memoria. Cuesta explicar la victoria si nos limitamos a leer la estadística. Casi dan ganas de llamar a Iker Jiménez (o a Nacho Navarro) para intentar argumentar cómo se puede vencer al mejor equipo del mundo, NBA al margen, con cinco jugadores con valoración negativa. Imagínense el partido que completaron el resto... Soberbios Mekowulu por dentro, Waczynski por fuera, y Ferrari por todas las partes. Arrimando el hombro Santi Yusta y por fin Hlinason, con un trabajo colectivo excelente, cuesta creer la clasificación de la ACB en la que el Casademont apenas almacena 10 victorias, solo una por encima de la cota de un descenso que ahora ocupan el Burgos (9) y el Andorra (8). El Betis ha salido (9) por ‘average’, y el Obradoiro y el Fuenlabrada siguen cavilando con 10, igual que el Casademont. Pero, reitero, jugando como ayer, no bajamos ni en broma.
La tarde comenzó sufriendo escuchando el transistor, oyendo como el Betis ganaba en Andorra, y el Obradoiro en Burgos. O sea, todo fatal para las cuentas de la salvación del Casademont. Pero, llegadas las 20.45, el conjunto aragonés plegó la libreta de las cuentas de la dichosa salvación y se dedicó a lo que tiene que hacer, a dar lo mejor de sí. Eso es lo que hizo, dejarse la vida ante el gigante azulgrana. Y como se dejó literalmente la piel, como no bajó los brazos nunca aunque fuera 10 abajo, supo llegar al tramo final con opciones. Y allí, cuando el rival ya no puede reaccionar, la energía de Mekowulu, impresionante en los dos tableros, y la magia de Ferrari en toda la pista firmaron un triunfo que significa mucho más que el frío dato estadístico que refleja la tabla clasificatoria. El valor terapéutico y moral es enorme.
Salió fuerte el Barça, que vino a Zaragoza con todo, hecho que agrega más mérito si cabe al triunfo. Tras perder con el Unicaja el jueves, Jasikevicius dejó en Barcelona a los chavales James Nnaji, Michael Caicedo y Sergi Martínez, y puso sobre la pista todo su arsenal. Salió fuerte, decía, sobre todo en defensa, dificultando de forma extrema la ofensiva local. En los cinco primeros minutos, solo pudo producir tres puntos el Casademont. Los azulgrana adquirieron pronto distancias merced a Mirotic (3-9). Ferrari no apareció en el ruedo hasta el minuto 9. La casta local mantenía cierto equilibrio en unos primeros 10 minutos de escasa anotación (11-16).
Abrines apareció en el segundo cuarto, comenzando a firmar una estadística de lujo a golpe de triple, infalible desde todos los rincones. Waczynski, excelso, acercó hasta a cuatro puntos (29-33), y tuvo tres tiros libres para situar al Casademont a solo un punto, pero se dejó dos libres desde la línea de personal. Al descanso, 30-35, y los locales dando la cara debajo del aro (18 rebotes frente a 17) y en todas las zonas de la pista. Abrines disparó al Barça desde el triple (37-46) en el tercer cuarto. El Casademont se agarraba a Ferrari y a Waczynski para seguir vivo como buenamente podía en la última meta volante: 51-58, minuto 30.
Todo estaba a favor de un Barça en el que todos sus jugadores sumaban. Poco o mucho, pero todos con valoración positiva. Y, en caso de duda, solo tenían que mirar y darle la bola al bueno, a Abrines, y meter. Pero no. El Casademont reunió a Ferrari y a Mekowulu con tres valientes más y se regaló un último cuarto de locura (25-13). Abrines había abierto distancia de nuevo (61-67), con un parcial 0-7 de su puño y letra. Contestaron Mekowulu y Ferrari como hacía mucho tiempo no se contestaba en Zaragoza. Ferrari puso arriba al Casademont a falta de 2 minutos y 40 segundos (68-67). Un 2+1 de raza de Hlinason a falta de 16 segundos dejó el marcador en 73-71. Calathes perdió el saque. Cuando puso el balón en juego Cook, Calathes cometió falta sobre Ferrari, que solo metió uno de los dos libres (74-71). La bola para empatar se la jugó a destiempo (a falta de 6 segundos) y sin acierto Mirotic. Tras el rebote, la falta de Calathes sobre Waczynski significó dos libres con los que el polaco abrochó un triunfo histórico: 76-71 al mejor equipo de Europa firmado por el mejor Casademont de hace muchísimo tiempo.
Ficha técnica:
76 - Casademont Zaragoza (11+19+21+25): San Miguel (2), Bone (-), Yusta (7), Radoncic (2), Hlinason (11) -cinco inicial- Kilpatrick (5), Ferrari (16), Cook (-), Deon Thompson (-), Mekowulu (17) y Waczynski (16).
71 - Barça (16+19+23+13): Laprovittola (5), Calathes (-), Exum (4), Mirotic (12), Davies (4) -cinco inicial- Sanli (8), Smits (1), Hayes (4), Abrines (26), Kuric (5) y Jokubaitis (2).
Arbitros: Jordi Aliaga, Javier Torres () y Joaquín García. Excluyeron por personales a Mekowulu (m.39).
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 29 de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 5.732 espectadores.
Así te contamos el partido cuarto a cuarto:
Sakota jugó de salida con San Miguel, Bone, Santi Yusta, Dino Radoncic y Hlinason. Mientras, Jasikevicius apostó por Calathes, laprovittola, Exum, Mirotic y Davies. Salió fuerte el Barça, sobre todo en defensa, dificultando de forma extrema la ofensiva local. En los 5 primeros minutos solo pudo producir 3 puntos el Casademont, obra de un tiro libre de Hlinason y de una canasta de dos tras rebote en ataque del mismo Hlinason. El Barça tomó pronto distancias merced a Mirotic (3-9). Otra canasta de Radoncic, un triple de Waczynski y dos libres de Ferrari, que entró a pista a falta de 1 minuto y 11 segundos, significaron los 11 puntos anotados por el conjunto de Sakota en el primer cuarto. El Barça anotó 16, con mucha más eficacia en defensa que en ataque.
Los dos equipos han mantenido la tensión defensiva en el segundo cuarto. El parcial de 19-19 plasma el enorme esfuerzo del Casademont ante el mejor equipo de Europa. Se han activado Kilpatrick y Ferrari han sostenido la anotación aragonesa frente a un Barça alimentado por el voraz apetito del Lobezno Abrines.. Waczynski, excelso, acercó hasta a cuatro puntos (29-33), y tuvo tres tiros libres para situar al Casademont a solo un punto, pero se dejó dos libres desde la línea de personal (30-33). Al descanso, 30-35, y los locales dando la cara debajo del aro (18 rebotes frente a 17) y en todas las zonas de la pista.
Las defensas han reducido su eficacia en un tercer cuarto marcado por la eficacia inicial del Barça desde la línea de tres. Dos bingos de Abrines y otro del pívot Sanli han disparado a los catalanes (37-46). El Casademont se ha agarrado a Ferrari y a Waczynski, que siguen en estado de gracia. Yusta también ha aportado. 51-58 al final del tercer acto.
El Casademont le ha sabido dar la vuelta al partido con un soberbio último cuarto en el que ha firmado un parcial de 25-13. A falta de seis minutos, un triple de Ferrari acercó a un punto a los locales (59-60). Abrines, sensacional durante toda la noche, puso distancia de nuevo (61-67) con un parcial 0-7. Pero reaccionó de forma extraordinaria el cuadro zaragozano, propulsado por Mekowulu por dentro y por Ferrari por fuera. Ferrari puso de nuevo arriba al Casademont a falta de 2 minutos y 40 segundos (68-67). La quinta de falta de Mekowulu fue la única mala noticia en estos instantes finales. Un 2+1 de Hlinason a falta de 16 segundos dejó el marcador en 73-31. Calathes perdió el saque. Cuando puso el balón en juego Cook, Calathes cometió falta sobre Ferrari, que solo metió uno de los dos libres (74-71). La bola para empatar se la jugó a destiempo (a falta de 6 segundos) y con un mal tiro Mirotic, que no tocó ni aro. Tras el rebote, la falta de Calathes sobre Waczynski significó dos libres con los que Waczynski abrochó un triunfo histórico: 76-71 al mejor equipo de Europa.
