NIEVE

Amor por la montaña

Los 'pisteros' son los primeros en socorrer a un esquiador accidentado en una estación.

Es el denominador común de todos y cada uno de los 'píster' de las estaciones de esquí: su amor por la montaña. Si no, es difícil aguantar tanto tiempo sobre las tablas pendiente de que todo funcione a la perfección, de capear la tensión ante cualquier contingencia con independencia del tiempo que haga y mantener la cabeza fría para actuar en caso de emergencia. Los 'pisteros' son la primera referencia del socorrismo en las pistas de esquí alpino. Juan Luis Demás (Villanova, 1969) lo sabe bien. Es el jefe del grupo de 14 personas que forman el equipo de 'pisteros' de Cerler.


Ellos son los primeros en llegar a pistas y los últimos en dejarlas. Antes de la apertura de cualquier centro invernal es necesario revisar todo para evitar que algo falle. Desde las zonas altas de la estación, unos con motos y otros con esquís, descienden comprobando que todo -balizas, mallas- esté en su sitio y preparado. "Es cierto que desde fuera se puede ver muy bucólico, pero se trata de un trabajo duro. También hay días malos y duras experiencias como cuando se produce alguna avalancha", explica el 'píster' de Cerler.


Su trabajo les lleva a tener conocimiento de socorrismo, el manejo de material para el alpinismo y "más que nivel de esquí -explica Demás- se busca el manejo sobre los esquís". En su mochila cargan todo lo necesario para actuar en el momento. Su kit de trabajo consiste en material para trabajar en caso de avalancha -arva, sonda y pala- cuerda de alpinismo por si hay que trabajar con camillas o telesillas, un pasamanos para sacar a personas de situaciones comprometidas, un botiquín y ropa de abrigo. Entre 5 y 7 kilos son los que llevan añadidos. "La verdad es que hay que estar preparado físicamente. No hay que ser ni un superhombre ni una supermujer, pero sí hay que tener unos conocimientos de la montaña, y una cierta fuerza física, además de maña. Hay dos cuestiones fundamentales en este trabajo: actuar siempre con la cabeza fría y ser autosuficiente para sacar las cosas adelante", recalca el responsable de Cerler.


Francia es la referencia en este trabajo. También las estaciones de Andorra tienen un protocolo de actuación para ser 'pisteros'. En España, de momento, quienes acceden a este tipo de trabajo suelen proceder de los remontes de las zonas altas de los centros invernales. Son personas que piden promocionar dentro de la empresa, que conocen el medio y la estación. Luego, unos 15 días de trabajo sobre las pistas y se decide si uno es apto o no para una "labor dura y exigente", insiste Demás.


El principal trabajo de los 'pisteros' es el de la seguridad, pero no tienen placa de 'sheriff'. Por ello están coordinados con los GREIM de la Guardia Civil -y esto ya son palabras mayores en cuestión de autoridad- y con la seguridad privada que contratan las estaciones ante cualquier irregularidad que ponga en peligro la seguridad en pistas. "Hay quien acumula el estrés durante la semana y lo suelta el fin de semana. Y eso no es el espíritu de la montaña. La gente tiene que soltar ese estrés, pero a veces lo hace saltándose pancartas, cruces? Como 'píster', Juan Luis Demás lleva 14 años. Tiempo suficiente para ver cómo ha evolucionado este deporte. "Es cierto que ahora hay más imprudencias, porque el material ha mejorado, sobre todo con el carving, y las pistas están más preparadas. La velocidad descontrolada es el principal peligro en pistas", dice.