El Bayern pone a prueba la leyenda del indomable Real Madrid

-El Real Madrid espera capitalizar la magia del Santiago Bernabéu para abatir al ogro bávaro y certificar el pase a su decimoctava final de la Champions.

Los jugadores el Bayern de Múnich visitan el Santiago Bernabéu, este martes en Madrid, en la víspera de su encuentro ante el Real Madrid correspondiente al partido de vuelta de la Liga de Campeones
Los jugadores el Bayern de Múnich visitan el Santiago Bernabéu, este martes en Madrid, en la víspera de su encuentro ante el Real Madrid correspondiente al partido de vuelta de la Liga de Campeones
EFE/ Rodrigo Jiménez

El Real Madrid está feliz, pero no tiene tiempo para celebraciones. Al menos, no todavía. Cuatro días después de abrochar el título de Liga, los blancos vuelven al ruedo para lidiar con otro 'miura' del fútbol europeo. El Bayern de Múnich, antaño ogro del conjunto de Chamartín, aspira a interponerse en el camino que conduce a Wembley, sede el 1 de junio de la que podría ser la decimoctava final para el catorce veces rey de Europa en su competición fetiche. Tras el empate a dos registrado la pasada semana en el Allianz Arena, el coloso alemán pondrá a prueba este miércoles la leyenda del Santiago Bernabéu. Un templo tradicionalmente indomable cuando se presentan este tipo de escenarios.

De las quince eliminatorias de la añeja Copa de Europa en las que el Real Madrid empató fuera de casa en la ida, los blancos salieron adelante en catorce ocasiones. La excepción que rompió la regla la protagonizó el Spartak de Moscú cuando, en 1991, logró sellar la clasificación para semifinales imponiéndose por 1-3 en el Bernabéu tras remontar la diana inicial de Emilio Butragueño con un doblete de Dimitri Radchenko y otro tanto de Valeriy Shmarov. Dejaba así en la cuneta a la escuadra que por entonces entrenaba Alfredo Di Stéfano y que había empatado previamente a cero en el feudo moscovita.

"Algunos jugadores han llorado", admitiría la Saeta Rubia después de una durísima eliminación que significaría el adiós de la Quinta del Buitre al torneo por el que bebía los vientos aquella generación inolvidable y en el que el éxito le fue siempre esquivo -solo Sanchís conseguiría consumar el cortejo años después-, entre otras razones por la presencia de un Bayern temible.

El gigante bávaro le cerró el paso a la final disputada en 1987, tras barrerle en la antesala por 4-1 en aquel pleito celebrado en tierras germanas que ingresó en la posteridad a causa del pisotón de Juanito a Lothar Matthäus y resistir posteriormente en el coliseo del Paseo de la Castellana (1-0) en medio de un ambiente incendiario que le costaría caro a los locales después de que una bengala lanzada desde la grada alcanzase al árbitro y el guardameta del cuadro teutón, el mítico Jean-Marie Pfaff, también sufriese el impacto de otro objeto lanzado desde el fondo sur. Aquel Bayern dirigido por Udo Lattek se estrellaría luego con el Oporto de Paulo Futre y Rabah Madjer en la Prater de Viena, pero esa es una historia que no viene al caso.

Mucho han cambiado las cosas desde entonces dentro del clásico por excelencia en el Viejo Continente. El Real Madrid, que acabó con 31 años de sequía en Ámsterdam, ha agregado ocho 'orejonas' a unas vitrinas que contabilizan ya catorce, mientras que el Bayern, que había enlazado sus tres primeros entorchados de forma consecutiva en los años setenta del pasado siglo, duplicaba el número de conquistas para compartir con el Liverpool el tercer escalón del podio europeo y ponerse a tiro de piedra del Milan. En el transcurso de dicho trayecto, los enconados adversarios que volverán a verse las caras este miércoles, intercambiaban papeles.

Ahora es el Real Madrid el equipo que ostenta la condición de bestia negra de un Bayern al que ha despachado en las tres últimas eliminatorias que les han tenido en bandos opuestos, siempre como preludio de un nuevo ascenso al trono del Viejo Continente. Y la corte de Ancelotti confía en mantener la racha. Para ello, los blancos han activado el rosario de liturgias habituales en esta clase de citas y presentan su poderoso batallón en perfecto estado de revista.

"Instinto asesino"

El regreso de Carvajal, sancionado en la ida, al lateral derecho debería servir para apuntalar la zaga. La labor defensiva del Real Madrid fue el eslabón débil de la cadena en tierras muniquesas y Ancelotti ha consagrado buena parte de la preparación del partido en el Bernabéu a apretarles las tuercas a sus centuriones en dicho apartado. Arriba, el italiano aguarda que Bellingham dé un nuevo paso al frente y que Vinicius vuelva a desplegar piernas y pólvora frente a un Bayern que comparecerá en Chamartín apelando al "instinto asesino".

El cuadro teutón dispuso de mayor posesión en el Allianz (54-46), disparó más que el Real Madrid (14-8), efectuó más recuperaciones (34-24), completó más pases (532-485) y recorrió más kilómetros (107,1-105,6), pero desperdició buenas oportunidades, mostró flaquezas defensivas que vienen acompañándole durante todo el curso y vio cómo Vinicius, en la recta final, sellaba unas tablas agridulces.

Con respecto a aquel litigio, Thomas Tuchel recupera a De Ligt, lo que le permitirá prescindir del cuestionado Kim Min-jae. También están disponibles Musiala, que se perdió el choque del pasado sábado ante el Stuttgart por molestias en la rodilla pero fue un quebradero de cabeza para el Real Madrid en la ida, y Dier, fiable incorporación en el mercado invernal que dio el susto en el Mercedes-Benz Arena al sufrir un fuerte golpe en la cabeza. Todos ellos deberían aparecer en un once que tendrá a Harry Kane como espoleta.

Alineaciones probables:

Real Madrid: Lunin, Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy, Valverde, Tchouaméni, Kroos, Bellingham, Rodrygo y Vinicius.

Bayern de Múnich: Neuer, Kimmich, De Ligt, Dier, Mazraoui, Goretzka, Laimer, Sané, Müller, Musiala y Harry Kane.

Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia).

Hora: 21:00 h.

Estadio: Santiago Bernabéu.

TV: Movistar Liga de Campeones.

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