PIRaGÜISMO
Los franceses Urban y Candy repiten victoria en el 85 Descenso del Sella
Unos 1.100 palistas de 18 países han tomado la salida en la prueba, que este año se ha visto dificultada por el bajo caudal del río y la bajamar.
La pareja formada por los franceses Quentin Urban y Jeremy Candy, vigentes vencedores del Descenso Internacional del Sella, ha vuelto a imponerse al sprint en la 85 edición de esta prueba en la que han tomado la salida unos 1.100 palistas de 18 países y que este año se ha visto dificultada por el bajo caudal del río y la bajamar.
Aunque en la salida de Arriondas vieron complicada su salida y se descolgaron de la cabeza de carrera, fueron remontando poco a poco hasta lograr conectar con los asturianos Miguel Llorens y Alberto Plaza, que lideraron la prueba durante prácticamente todo el recorrido.
Al final, en un apretado y multitudinario esprint con siete embarcaciones, Llorens y Plaza entraron en tercera posición, por detrás de los húngaros Adrián Boros y Bruno Kolozsvari.
Las gallegas Tania Fernández y Tania Álvarez, vigentes campeonas del mundo de maratón y bronce en el último europeo, se han impuesto en el K-2 femenino.
En K-1 la victoria ha sido para el riosellano Walter Bouzán, con la de hoy once veces vencedor del Sella, mientras que la segunda posición ha sido para Javi López, del club Los Cuervos de Pravia.
El Descenso Internacional del Sella es el evento lúdico y deportivo más popular en el Principado; se conoce como 'Fiesta de las Piraguas', declarada fiesta de interés turístico internacional. Numerosos visitantes llegan cada año a los municipios de Parres y Ribadesella estos días para disfrutar de la fiesta y de la prueba deportiva.
La carrera de piraguas, de diferentes modalidades, discurre por el río Sella, con salida en Arriondas (Parres) y llega al puente de Ribadesella. Uno de los momentos más esperados y clave, porque puede marcar diferencias, es precisamente el de la salida, cuando todos los participantes corren con sus embarcaciones hacia el río, en un orden establecido, y comienza la prueba. Este año, la embarcación alemana de K-2 compuesta por Max Hoff y por Claas Gedhardt consiguió la mejor posición para salir.
Historia del descenso
El origen del descenso se remonta al año 1929, cuando su fundador, Dionisio de la Huerta, decidió hacer una excursión en piragua por el río Piloña, desde Coya hasta Infiesto, durante sus vacaciones de verano en su casa familiar en Coya. En aquella aventura le acompañaron un grupo de amigos, recorriendo durante más de dos horas el trayecto de cinco kilómetros.
Según explica la organización en su página web, tras esa experiencia, Dionisio trató de convencer a sus amigos para que le acompañaran a descender el Sella desde Arriondas, río abajo. Este primer descenso por el Sella estuvo lleno de paradas para vaciar la piragua del agua y la noche se les echó encima. En Soto de Dueñas, se vieron obligados a dar por finalizado este descenso y dejarlo para otra ocasión. Habían recorrido 14 kilómetros durante siete horas.
No conforme con la experiencia vivida, realizó en el año 1930 el trayecto completo desde Coya hasta Arriondas, y finalmente, en el año 1931, llegó hasta Ribadesella. Fue en el año 1932 cuando quedaron ubicadas definitivamente la salida y meta del descenso en Arriondas y Ribadesella, respectivamente. En ese año, tuvo lugar la primera edición de carácter competitivo, en la que tomaron salida trece palistas provenientes de Oviedo, Gijón, Ribadesella e Infiesto. Las primeras inscripciones de palistas de fuera de la comunidad llegaron en el año 1935.
La prueba estuvo durante unos años sin realizarse (entre 1936 y 1943) debido a la Guerra Civil Española y a la postguerra, reanudándose el 11 de agosto de 1944, edición en la que sólo 11 piraguas tomaron la salida.
Se puede decir que el Descenso del Sella pasó a tener carácter internacional en el año 1951, cuando por primera vez en su historia contó con competidores extranjeros entre los deportistas inscritos. Italianos, portugueses y franceses se encontraban entre los inscritos. Es en 1955 cuando se inscribe el primer equipo de otro continente: el equipo de Cuba. A partir de entonces la prueba ha ido creciendo y se ha convertido en un evento imprescindible para los asturianos y para visitantes de fuera del Principado.
