Pablo Laso: "Ganar no te asegura nada, el éxito se logra con continuidad"

El ex entrenador del Real Madrid presenta su libro 'Ganar para contarlo', en el que repasa los once años que dirigió al club blanco.

Pablo Laso, ayer, en el Acuario de Zaragoza.
El exjugador y entrenador de baloncesto, Pablo Laso, en una foto de archivo.
Guillermo Mestre

La vida le dio un aviso hace un año cuando se vio sometido a un cateterismo y obligado a pasar una noche de cuidados intensivos tras sufrir un infarto que le alejó del equipo de su vida, el Real Madrid.

Pablo Laso (Vitoria, 1967) recondujo a la senda del éxito al club blanco para devolverlo a la élite del baloncesto europeo hasta que un inexplicable despido rompió una dinastía histórica en el Wizink Center. En 'Ganar para contarlo' (Ed. Gigantes del Basket) el técnico vitoriano, que hace diez días firmó contrato con el Bayern Múnich para su vuelta a los banquillos, realiza un recorrido por las 11 exitosas temporadas que dirigió al conjunto madridista y en las que logró cosechar 22 títulos (2 Euroligas, 1 Copa Intercontinental, 6 Ligas, 6 Copas del Rey y 7 Supercopas). Además, en los primeros compases narra cómo empieza a construir su historia con el deporte de la canasta a los 10 años en las pistas del colegio de San Viator de Vitoria, su debut en la ACB en el Baskonia, el sueño de jugar como base en el Real Madrid y su retirada tras algunas estancias en otros clubes.

Ningún otro entrenador ha dirigido ni ganado más partidos en la historia de la casa blanca, ni en baloncesto ni en fútbol. Aquel técnico de perfil bajo y poco mediático que apenas tenía bagaje en los banquillos y llegaba de un equipo modesto, el Lagun Aro, actual Gipuzkoa Basket, armó un proyecto con un estilo muy personal en la dirección deportiva, vistoso para los aficionados y con imágenes ya míticas de sus charlas a pie de pista en los momentos clave de cada encuentro. "Me lo he pasado en grande entrenando al Real Madrid. Ninguna de las cosas que ha podido ocurrir en estos once años me la he tomado desde la parte personal, sino como la del entrenador. Mi salida ya queda lejos; hacer sangre de mi final sería absurdo".

"Creó un vestuario muy competitivo"

Había nacido el 'lasismo' y con él, iconos de una generación única que contó con figuras especiales como Sergio Llull, Rudy Fernández y Sergio Rodríguez, vieja guardia que aún siguen en plantilla. Y otros nombres de pasado y presente como Felipe Reyes, Jaycee Carroll, Facundo Campazzo, Andrés Nocioni, Gustavo Ayón, Jeff Taylor, Anthony Randolph, Edy Tavares, Luka Doncic y tantos otros. El esloveno, que suma cinco temporadas en la NBA con Dallas Mavericks escribe el prólogo del libro y el periodista Faustino Sáez se encarga de darle forma. "Llegué como un niño y me cuidaron como un hijo. Su gran virtud como entrenador es cómo entiende a los jugadores, él creó un vestuario muy competitivo y me formó para siempre; gracias por hacerme hueco para crecer en la élite", escribe el jugador en un ejemplar escrito en forma lineal con cada una de sus temporadas, en las que se extraen situaciones, comentarios y declaraciones sobre varios de los momentos vividos. "Me he dejado muchas cosas, algunas muy graciosas y otras duras", manifestó el vitoriano durante el acto en Madrid.

"Rudy es especial"

El texto es un relato de una época en la que al inicio el Madrid estaba perdido y al final se encontraba de nuevo entre los mejores. Más allá de la victoria y la derrota, el libro refleja el afán de construcción de un proyecto que nació con muchas dudas y una manifestación contra su fichaje el día de su presentación en el equipo. "Cuando llegó empezamos a ir para arriba y creer en nuestras posibilidades. Nos hizo jugar de una manera que nos beneficiaba a todos, nos impuso un estilo y nos dio confianza; el empujón que necesitábamos", cuenta Sergio Llull en el libro. Antes de la llegada del técnico, el Madrid se había pasado cuatro años sin abrir las vitrinas, seis sin conquistar una Liga, 18 sin jugar una final de Eurolia y 19 sin ganar la Copa.

"Cuando llegué, un jugador me dijo que siempre perdíamos ante el Barça. Trabajamos para cambiarlo. A veces aprender a ganar significa que vas a perder, siempre intenté que el camino no nos desviara del foco final. ¿Por perder un partido o un título todo está mal? No. Ganando todo tampoco está todo bien. Ganar no te asegura nada, el éxito se logra con continuidad", reflexionó durante una presentación en la que se le vio sonriente, con mucho humor, y preparado para su vuelta a los banquillos con el Bayern, con el que aspira a llevar "el nombre del club por toda Europa al nivel que se merece; tenemos retos importantes por delante". Al hilo de la posible llegada de refuerzos, analizó la opción de incorporar jugadores del actual Real Madrid, algo que hasta el momento no se plantea aunque "hablamos del equipo campeón de Europa, que yo piense en ellos sería lo normal". Lo mismo le pasa con Nikola Mirotic, al que ya tuvo en el club blanco y que se da por hecho que abandonará el Barça: "Es un jugadorazo y ha estado a un nivel magnífico. Pero con lo que gana en el Barça no podría ficharle", reconoció.

Sobre su estancia en el Real Madrid, del que reconoce ha hecho "una buena temporada" tras ganar Supercopa y Euroliga, explicó que existieron "muchos momentos especiales", pero quizás el que más saboreó "fue mi primer título, la primera Copa que ganamos en Barcelona; era muy importante para el equipo ese logro". Laso, que dice ver a los jugadores "casi como si fueran mis hijos" porque a muchos de ellos ha visto crecer, casarse... destacó a Rudy Fernández como el mejor al que ha entrenado: "Tiene algo que no se entrena, su visión de juego, la forma de ver los partidos; valoro a quienes dan más para el equipo. El último ejemplo lo tenemos en el último Europeo, sin él España no hubiera sido campeona de Europa".

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