Los insultos racistas a Vinicius empañan un gran triunfo del Valencia 

Diego López y Mamardashvili, héroes locales en una cita muy caliente en la que el brasileño amagó con no seguir jugando tras sentirse vejado y acabó expulsado tras agredir a Hugo Duro. 

Vinicius, delantero del Real Madrid ha vuelto a ser víctima de insultos racistas.
Vinicius, delantero del Real Madrid ha vuelto a ser víctima de insultos racistas.
Agencias

El triunfo con valor permanencia de un intenso Valencia ante un Madrid con orgullo pero sin punch se vio empañado por insultos racistas a Vinicius que se están haciendo habituales en el fútbol español. Pésimo ejemplo y nefasta imagen de la Liga, agravada esta vez porque el brasileño señaló al cafre en cuestión, se encaró con él y no ocurrió nada. La bronca fue a más, hasta el punto de que tras una tangana Vinicius acabaría expulsado por agredir a Hugo Duro. Camino de los vestuarios, hizo gestos de a segunda hacia la grada, pareció acomodarse sus partes y se provocó otro lío tremendo.

Más allá de la crónica de sucesos, la necesidad del Valencia se impuso al luto del Madrid gracias al gol del canterano Diego López en el primer acto. Los chavales han mantenido a los ches con pulso. Ante el Villarreal fue Javi Guerra, en Balaídos Alberto Marín y esta vez otro niño prodigio de la grada. En el tramo final, cuando los de Ancelotti tocaron a rebato, fue Mamardashvili el héroe local.

Mientras que Baraja apostó en una cita por la supervivencia por la cantera y un centro del campo de chavales con hambre que sienten el escudo, el murciélago, Ancelotti decidió esta vez no ser continuista y revolucionar el once con seis cambios respecto al equipo que sufrió un baño histórico en el Etihad ante el City de Pep Guardiola.

En pleno debate sobre la transición, sobre la necesidad de que los ilustres veteranos vayan dejando paso a las nuevas generaciones, dejó fuera a los Carvajal, Alaba, Modric y Kroos, además de a Valverde y Rodrygo. A priori, ponía así más músculo sobre el césped, con Tchouaméni en el eje y Camavinga de interior, y disponía de un banquillo de lujo para lo que viniera en la segunda mitad.

Desde el inicio, el Madrid trató de ponerle pausa a la contienda y el Valencia vértigo, intensidad. Ya en los primeros compases, Kluivert y Cavani reclamaron sin éxito supuestos penaltitos para calentar aún más a la hinchada local y presionar al vasco De Burgos Bengoetxea, uno de los mejores árbitros del momento porque deja jugar y no es protagonista.

Tras esa salida a toda mecha, los levantinos se replegaron y dejaron hacer a un rival demasiado parsimonioso, sin chispa, sin capacidad para inquietar a Mamardashvili y con más noticiase entonces de Vinicius por sus protestas y caídas teatrales que por su desborde. Y aprovecharon su momento y la pasividad visitante para adelantarse. Doble error de Mendy en el lateral izquierdo. Primero porque no salió a tiempo y rompió el fuera de juego y al final porque dejó que Diego López le comiera la tostada y fusilara a Courtois.

El belga de los milagros salvó el segundo justo antes del descanso al desviar un doble tiro de Javi Guerra. Este centrocampista tiene duende. A su buena presencia física, aunque todavía no parezca del todo hecho, le une calidad, visión, desparpajo, decisión y llegada.

Inaceptable

Se reanudó el choque con un movimiento de ataque de Carletto. Fuera Camavinga, dentro Rodrygo. El partido entró en una locura en la que se suele manejar de lujo el Madrid porque tiene a Courtois, un seguro de vida, y más balas para el ataque. Avisó Rodrygo tras un mal despeje de Cavani, pero Mamardashvili anduvo rápido.

Baraja realizó entonces un doble cambio bastante defensivo, colocando un doble lateral con Foulquier para las ayudas ante Vinicius. Y Samu Lino en lugar de un agotado Cavani. Con unos y otros tiesos y cada vez más espacios, buen momento en teoría para el magisterio Kroos y Modric.

De pronto, se produjo una jugada extrañísima que desató el caos. Internada de Vini, dos balones en el campo y Comert amonestado por lanzar un esférico contra otro y evitar la progresión del brasileño. Antes de sacarse la falta, el ambiente se envenena todavía más. Vinicius, víctima de algún insulto racista execrable, señala directamente a un espectador, se encara con él y hace un amago de no seguir jugando en esas condiciones. El juez habla con el delegado de campo, pero no se toman medidas. En medio de la crispación, gol anulado a Kluivert por un fuera de juego previo de Lino. Diez de descuento, paradones de Mamardashvili a disparos de Valverde y Kroos, broncas y roja a Vinicius. Se veía venir.

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