La Escuela de BMX del Club Pirineos, 20 años impulsando esta modalidad ciclista

Fue la primera de Aragón y se puso en marcha en 2003 con apenas media docena de inscritos. Ahora, unas 80 personas practican esta disciplina ciclista en el circuito de Zaragoza.

En la Escuela de BMX del Club Pirineos hay niños desde los 5 años.
En la Escuela de BMX del Club Pirineos hay niños desde los 5 años.
Escuela BMX

La Escuela de BMX del Club de Montaña Pirineos está de aniversario. Este año se cumplen dos décadas desde que se puso en marcha para potenciar esta disciplina ciclista. Era 2003 y el BMX estaba a punto de extinguirse en Zaragoza. “La pista prácticamente había desaparecido por las obras del campo de rugby y de los pocos deportistas de aquella época solo quedaba yo. ME gustaba tanto este deporte que puse todo mi esfuerzo, junto con el Club Pirineos, para que esta modalidad no solo no desapareciera, sino que empezara a crecer”, recuerda José María Fuente, responsable de la escuela. El rider zaragozano es cuatro veces Campeón de España de BMX y ha participado en varios mundiales.

Cuando habla de la pista se refiere al circuito que hay en el CDM David Cañada de Zaragoza, en los Pinares de Venecia. Unas instalaciones cuyo estado no ha mejorado mucho en estos 20 años. De hecho, esta es una de las reivindicaciones que desde la Federación Aragonesa de Ciclismo, de la mano de los clubes afectados, se ha hecho a las instituciones. La insistencia ha conseguido que el Ayuntamiento aprobara por unanimidad en pleno el comienzo de estudio y proyecto para la construcción en la ciudad de una pista de BMX con medidas olímpicas. El circuito estará dentro de un Veloparque, una instalación que integrará otros espacios, como un velódromo, y con cuyo impulso también se ha comprometido el consistorio.

Mientras los compromisos como este se materializan, la Escuela de BMX del Club Pirineos sigue trabajando para que sus alumnos puedan practicar este deporte de la mejor manera posible. “La instalación se ha ido mejorando pero no el ritmo en el que ha ido creciendo este deporte, que siempre ha ido por delante”, asegura Fuente. Así, tanto él como el resto de monitores de la escuela, van a la pista un rato antes del comienzo de las clases o de las competiciones para adecentar en lo que pueden el circuito. “Comprobamos cómo está la pista, la regamos si está seca o barremos si se ha acumulado gravilla en alguna zona que presente riesgo para el rider”, explica. Además de su estado de conservación, desde la escuela echan en falta un circuito más largo. “No llega a los 300 metros de longitud y por ahí son de casi 400. Cien metros más se notan mucho”.

Nueva temporada y clases de prueba sin compromiso

Reivindicaciones a parte, la Escuela de BMX del Club Pirineos ha dado ya el pistoletazo de salida a la nueva temporada de clases que este año va a ser especial por el 20 aniversario. Para formar parte de esta gran familia unida por la pasión por el BMX no hay más que ponerse en contacto con el club (clubpirineosbmx@hotmail.com). Quienes estén interesados pero tengan dudas pueden concertar una clase simplemente para ir a probar, sin compromiso.

Si les gusta, pasarán a integrar una escuela en la que tienen cabida personas de todas las edades. “Tenemos niños desde los 5 años hasta gente de 40. Hay casos de varios padres que, por llevar a sus hijos, se han animado también. Algunos ni siquiera habían montado en bici antes”, explica Fuente. Entre las filas de la escuela destacan los corredores de 17 a 20 años, que están en la categoría Junior tras haber ido creciendo y evolucionando. Algunos de ellos incluso se han animado ya con la formación y, ocasionalmente, forman a otros alumnos.

Las clases se desarrollan entre septiembre y junio, como el curso escolar, los sábados y domingos de 11 a 12.30 en el CDM David Cañada. Además, los socios federados pueden hacer uso de la instalación por libre los fines de semana de 12.30 a 14, los lunes de 18.30 a 20 y los jueves de 18 a 20. De las sesiones dirigidas se ocupan cinco monitores que se van alternando para estar con los distintos grupos, ya que se trabaja por niveles, tratando todas las técnicas y habilidades del BMX. “Entrenamos también con juegos, ya que nuestra filosofía es que los alumnos se diviertan haciendo deporte. Nadie está obligado a competir pero a quienes sí quieren se les apoya tanto en las competiciones propias como en las regionales, nacionales e internacionales”, explica Fuente. Así, en la Escuela de BMX del Club Pirineos se ha formado Rubén Crespo, que representó a España en las Olimpiadas de la Juventud de Singapur 2010. También hay varios campeones de España, se ha participado en Campeonatos de Europa y del Mundo y se suele viajar al sur de Francia para practicar en varios circuitos.

Seguridad, diversión, mejora de las habilidades, explicación de normas y reglamento, y progresión son la base de esta escuela que trabaja también para formar en valores como la educación, el respeto, el compañerismo y el esfuerzo. Además de las ganas de probar el BMX, para empezar a rodar es necesario un mínimo material: bicicleta, casco, guantes, camiseta de manga larga y pantalón largo. Los grupos se dividen en iniciación y perfeccionamiento y, por otro lado, para los más experimentados que compiten a nivel nacional el club ofrece un programa de entrenamiento específico diferenciado de la escuela, con el objetivo de mejorar la capacidad física y mejorar el rendimiento deportivo.

Con el curso escolar recién comenzado, desde la Escuela de BMX del Club Pirineos esperan que las inscripciones se vayan animando para seguir potenciando este deporte en la medida en que los medios lo permitan. “En Zaragoza tenemos una instalación muy justa que no ayuda mucho al progreso del deporte. El BMX avanza por el trabajo de los clubes pero la instalación nos frena al desarrollo”, lamenta Fuente.

A pesar de ello, en estos 20 años, en Aragón han ido surgiendo más clubes gracias, en parte, a la labor de promoción del BMX que ha hecho la escuela del Club Pirineos. También se han creado más circuitos y, asegura Fuente, “casi todos basados en nosotros”. Un ejemplo es el recientemente inaugurado en la localidad zaragozana de Quinto. “Este caso es el reflejo de lo que ha ido pasando y del crecimiento de esta modalidad en Aragón. Un padre con sus hijos descubrieron el circuito de Zaragoza y luego plantearon hacerlo en su pueblo. Son deportistas y tienen su propio club de bici de montaña, en el que se ha creado ahora la sección de BMX e incluso organizan competiciones".

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