El balonmano oposita al podio con fundamento en Tokio

Los Hispanos aspiran a poner la guinda a una de las mejores generaciones de la historia con el oro y las Guerreras, a repetir la medalla conseguida en Londres.

Los Hispanos celebran la victoria sobre Alemania.
Foto de archivo de la selección española de balonmano
Petr David Josek/EFE

El balonmano español, tradicionalmente, aspiraba siempre al podio en chicos y a clasificarse para competir en chicas. Eso ha cambiado. Y de qué manera. Ahora, los Hispanos y las Guerreras piensan en el podio. Pero no como un sueño, sino con el fundamento de la trayectoria, la calidad, el espíritu competitivo y, sobre todo, del talento. A raudales, por barricas.

Los chicos vuelven a una cita olímpica con la intención de aprobar con sobresaliente cum laude la asignatura en la que todavía no han conseguido aprobar: el oro olímpico. Además supondrá el adiós de una de las mejores generaciones de este deporte en nuestro país. Los Raúl Entrerríos, Julen Aguinagalde, Jorge Maqueda, Gedeón Guardiola o Viran Morros. Estos participaron en la consecución del Mundial celebrado en España en 2013 y en los dos títulos europeos consecutivos cosechados por los Hispanos a las órdenes de Jordi Ribera. Vienen de subir al tercer escalón del podio en el pasado Mundial de Egipto. Esta selección siempre está entre las mejores.

Para esta cita, Ribera se ha apoyado en su guardia pretoriana. Raúl Enterríos, que tenía intención de retirarse el año pasado tras la celebración de los Juegos, estiró un año más su carrera para llegar a una cita que se retrasaba un año. El capitán del Barça es, sin duda, un referente por su calidad y piedra angular de una selección que sufrirá una metamorfosis importante después de Tokio con la renovación absoluta, con excepción de los hermanos Dujshebaev, de su primera línea.

España está integrada en el Grupo A, junto a selecciones del potencial de Francia, Alemania, Noruega, Brasil y Argentina. El objetivo es acceder a cuartos y de ahí a la lucha por las medallas. El oro se resiste y también la plata, ya que el combinado nacional solo ha conseguido tres preseas de bronce en los Juegos de Atlanta, Sídney y Pekín. Ha llegado el momento de superar esa barrera en una competición exigente, con rivales de primer nivel que van a obligar a los Hispanos a sacar provecho de sus variantes defensivas (6:0 y 5-1) y a su juego combinativo y de continuidad en ataque.

Guerreras indómitas

La selección femenina acude a Tokio a dar guerra, a demostrar su carácter indomable y confirmar su presencia entre las mejores selecciones del planeta. No lo van a tener fácil las actuales subcampeonas del mundo ante rivales de primer nivel en la fase de grupos, donde les esperan nada menos que Rusia, Francia, Hungría, Suecia y Brasil. El objetivo, superar al menos la sexta plaza conseguida en Río de Janeiro.

Carlos Viver, seleccionador español, ha logrado armar un bloque con ilustres veteranas como la portera Silvia Navarro, la primera línea Nerea Pena o la extremo zurda Carmen Martín, que al final ha podido viajar a Tokio tras dar negativo en una segunda PCR. Importante el retorno a la selección de la lateral izquierdo Shandy Barbosa, que se perdió el último Europeo por lesión y que con sus lanzamientos ayudará a superar las defensa rivales. El balonmano español, caracterizado por su riqueza táctica, cuenta con la mejor tarjeta de presentación en un equipo que debe estar en la lucha por las medallas. Argumentos no le faltan. Una segunda presea olímpica sería un reclamo para un deporte en crecimiento en categoría femenina y que ahora pretende dar otro paso para confirmar a las Guerreras como una potencia hegemónica en el balonmano mundial. Además, Japón les debe una tras la dura derrota que sufrió el equipo español en la final del último Mundial.

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