El CV Teruel afronta este sábado, a partir de las 18.30 en el pabellón Los Planos, un partido decisivo para seguir avanzando en los playoffs, la eliminatoria por el título de Liga. Tras haber caído frente al Manacor la semana pasada en el primer choque de cuartos de final, el conjunto naranja está obligado a ganar hoy para empatar e intentar dar la vuelta a la competición. Si consigue la victoria, aún estarán todas las posibilidades abiertas, pues tendrá el partido del domingo para sellar su triunfo y pasar a semifinales. Si es derrotado otra vez, quedará eliminado y el encuentro del domingo, también en casa, ya no se celebrará.

El entrenador del equipo mudéjar, Miguel Rivera, tenía este viernes muy clara la trascendencia del partido de este sábado. "Es ganar o morir –ha dicho–, así que no nos queda otra que vencer". Ante la importancia del choque, el técnico naranja ha pedido el apoyo de toda la afición. Debido a las restricciones de aforo por la pandemia, solo pueden entrar al pabellón turolense 300 personas, "pero esas 300 tienen que hacerse sentir como si fueran 3.000", ha afirmado Rivera, quien ha recordado que en la isla balear los 150 aficionados que acudieron a animar a su equipo "parecían un millar". "La afición es decisiva en un partido como este; hay mucho trabajo que hacer dentro y fuera de la cancha", ha asegurado.

El equipo llega al encuentro en buenas condiciones físicas, con todos sus jugadores disponibles y con la moral alta una vez superada la decepción de la derrota frente a un Manacor que debutaba en la fase de playoffs. El objetivo este sábado será parar el empuje de un conjunto que ha demostrado que puede vencer al líder de la temporada si consigue ofrecer su mejor versión. El preparador turolense mantendrá su estrategia habitual de juego, convencido de que la derrota del pasado fin de semana se debió a errores puntuales en los finales de set.