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Jonatan García pone rumbo al Dhaulagiri
El montañero de Benasque regresa al Himalaya acompañado de la andorrana Stefi Torguet tras quedarse el año pasado a las puertas del Everest.
El montañero baracaldés –y benasqués de adopción- Jonatan García parte este miércoles hasta Nepal donde tiene previsto atacar la cima del mítico Dhaulagiri, la séptima montaña del planeta con sus 8.167 metros de altura, que se le resistió en una anterior expedición en la primavera de 2018. "Me quedé entonces en los 7.800 metros", recuerda García, que afrontó esa escalada con el ahora desaparecido montañero chileno Juan Pablo Mohr –del que no se tienen noticias desde comienzos del pasado febrero, cuando intentaba escalar la cima del K2 en Pakistán- y que coincidió en el campo base con el incombustible Carlos Soria, el octogenario alpinista que sigue teniendo esta montaña como una de las dos únicas que le faltan para culminar el sueño de coronar los catorce ochomiles del Himalaya.
García afronta ahora este nuevo intento acompañado por la montañera andorrana Stefi Troguet con la que ha compartido en los últimos tiempos diversos proyectos y de la que destaca "su fuerza, motivación y una forma de ver la montaña muy similar a la mía". Reconoce que esta expedición le motiva especialmente ya que en su anterior experiencia el Dhaulagiri le gustó "mucho" y que viaja ahora muy esperanzado "cuando parece que se están arreglando un poco las cosas" y es posible recuperar paulatinamente una cierta normalidad "imprescindible".
El proyecto le llega en un muy buen momento en lo personal ya que desde que regresó de su accidentada ascensión al Everest de hace un año, en la que cayó desde doce metros en una grieta, su vida ha sido "un constante entrenamiento". "Físicamente –comenta- me encuentro muy bien ya que estoy realizando más de un ochenta y cinco por ciento de mi preparación por encima de los 3.000 metros de altura, algo que se nota en el incremento de mis glóbulos rojo, y de cabeza también me encuentro muy bien".
Con el apoyo financiero y de material de numerosas entidades y empresas como el Ayuntamiento de Benasque, Diamir, Apotheka, Gailur, Apartamentos Petronilla, Hotel Araguells, Barrabés, Boreal, Evileye, Eliteclimb y Gold Nutrition España, García y Troguet llegarán a tierras nepalíes algo antes de lo que es habitual en este tipo de expediciones, que suelen arribar a esta zona a finales de marzo o comienzos de abril. Pero es que las condiciones pandémicas obligan a todos los viajeros a pasar un período de seis días de cuarentena en Katmandú -"estamos negociando si pueden ser cuatro, pero de momento nos quedamos con los seis preceptivos", apunta García- y luego los dos montañeros han programado pasar quince días de aclimatación en el entorno del campo base del Everest, en la localidad de Gorakshep a 5.200 metros de altura, como punto de partida de varios trekkings y ascensiones como una al Kala Patthar (5.550 metros), un pequeño pico rocoso que ofrece la mejor vista de la cordillera del Himalaya.
García reconoce que este período "forma parte de la seguridad de la expedición" y apunta que, "si todo va bien", esperan estar ya sobre el 5 o el 7 de abril en el campo base del Dhaulagiri para comenzar allí los preparativos de una ascensión que van a realizar sin oxígeno y sin sherpas de altura. Paulatinamente, los dos expedicionarios irán habilitando los diferentes campos de ataque a la cima, algo que esperan poder hacer efectivo a últimos de abril o comienzos de mayo.
Convertido en un auténtico ‘rey’ del Aneto, montaña que ha ascendido en más de cien ocasiones y en la que ha abierto numerosas nuevas rutas, se confiesa un "enamorado" del valle de Benasque -"el Valle de los tresmiles"- que ha convertido en su hogar permanente desde 2018.
García ha protagonizado una intensa trayectoria en el mundo del alpinismo con expediciones y ascensiones en buena parte de las cordilleras del mundo. En este nuevo reto se va a encontrar con un Dhaulagiri que, aparte de muy hermoso, es un pico con historia, no en vano en 1808 la expedición de la Great Trigonometric Survey la catalogó como la más alta de la Tierra, una errónea consideración que estuvo vigente hasta 1838 cuando, al avistarse el Kangchenjunga, éste tomó su lugar hasta la definitiva medición aproximada del Everest en 1858.
La elevación del Dhaulagiri sobre el terreno circundante que lo rodea es inigualable. Se eleva 7.000 metros por encima del río Kali Gandaki, situado 30 km al sureste. Al sur y al oeste se levantan verticalmente vertientes de más de 4000 metros de altitud. La cara sur de Gurja Himal, en el mismo macizo, es también notablemente inmensa, haciendo de este macizo una de las imágenes más icónicas de la cordillera del Himalaya.
