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El auge del golf eleva la demanda de clubmakers que preparen palos personalizados

Alberto de la Cruz lleva una década dedicado a este deporte, ahora en auge. Además del montaje de material, realiza estudios del jugador, el llamado 'fitting'.

Alberto de la Cruz, en sus inicios como clubmaker, realizando tareas en una caravana.
Alberto de la Cruz, en sus inicios como clubmaker, realizando tareas en una caravana.
Heraldo.es

Uno de los sectores que ha salido reforzado de la pandemia es el del golf. Si ya era un deporte al alza, a raíz de la covid, se ha convertido en una de las actividades más practicadas. El entorno en el que se juega, al aire libre, habitualmente en la naturaleza, sin aglomeraciones y con las distancias de seguridad más que garantizadas han favorecido que este deporte esté en auge.

Atrás quedó aquel deporte elitista, practicado mayoritariamente por personas de clase alta y de avanzada edad. El golf ya no entiende de edades y tampoco de renta. A los antiguos clubes sociales que se nutren de las habitualmente altas cuotas de sus asociados se han sumado muchos otros cuyo carácter es turístico y su precio, más asequible.

Alberto de la Cruz lleva metido en este mundo más de diez años. Su incursión fue poco premeditada. Se encontraba sin empleo y un amigo que siempre había estado relacionado con golf, como jugador y como empresario, contó con él para trabajar en el club zaragozano de Ranillas. “Yo apenas había pegado cuatro golpes de pequeño, esa era toda mi relación con el golf por aquel entonces”, reconoce Alberto.

De padre colombiano y madre zaragozana, nació en Bilbao por circunstancias de la vida pero su casa está en la capital aragonesa. Su afición por el golf llegó tardía, cuando ya tenía 34 años. Primero fue su trabajo pero pronto se convirtió también en su pasión. “Mi primer empleo fue como caddie master. Recogía las bolas y me ocupaba de que todo estuviera en orden en el campo”, recuerda. En esta primera etapa conoció al profesor de golf Charly Bernad, quien le animó a que se adentrara en el mundo del clubmaking.

“Para poder montar un palo personalizado es fundamental estudiar el swing de cada uno”

Así es como Alberto, primero de forma autodidacta y más tarde a través de cursos, se fue formando como clubmaker. Por aquel entonces esta figura, que se encarga del montaje de los palos según las características y el movimiento del jugador, apenas existía en Zaragoza. “Mis primeros trabajos los hacía desde casa, donde habilité un espacio como pequeño taller”, recuerda. Al principio reparaba o preparaba palos para amigos pero se fue corriendo la voz y la clientela aumentó.

Ahora, diez años después, el servicio del clubmaker está cada vez más demandado, creciendo de forma paralela a la afición por el golf. Esta práctica va siempre ligada con el fitting, que consiste en la medición de la persona y, sobre todo, el análisis de su movimiento cuando golpea la bola. “Para poder montar un palo personalizado es fundamental estudiar el swing de cada uno”, explica. Para ello, se tiene en cuenta la velocidad del golpeo, la altura que coge la bola y, sobre todo, cómo se mueve el palo en el momento del impacto.

Una máquina se encarga de hacer las mediciones cuando el jugador golpea la bola.
Una máquina se encarga de hacer las mediciones cuando el jugador golpea la bola.
Arcosur Golf

Según los resultados del análisis, que lo realiza una máquina mientras el jugador hace el movimiento, el palo deberá tener unas características u otras. “Por lo general, las personas altas con manos grandes necesitan un palo más largo, con una determinada inclinación y con un grip (la parte que envuelve la empuñadura) más grueso, para tener un mejor agarre”, comenta Alberto, como ejemplo de estas mediciones.

Actualmente, presta sus servicios de medición en el campo de Ranillas y tiene un pequeño taller montado en un local donde, previsiblemente dentro de unos meses, pueda abrir un espacio indoor para la práctica de golf. Por el momento, allí es donde realiza la customización y el arreglo de los palos al gusto del consumidor. “Trabajo con materiales premium y los aparatos para realizar el fitting no son nada baratos”, reconoce Alberto, quien ha tenido que realizar una inversión considerable para reconducir su negocio en Zaragoza.

“Por lo general, las personas altas con manos grandes necesitan un palo más largo, con una determinada inclinación y con un grip más grueso, para tener un mejor agarre”

Regresó a la ciudad hace unas semanas, tras una última etapa laboral en Mallorca. “Me fui a mediados de 2019 porque es un sitio referente en el sector del golf y me salió una buena oportunidad laboral. Trabajé para una tienda multimarca y he podido conocer a mucha gente y practicar mi deporte preferido en campos únicos”, resume, sobre su experiencia balear.

Pero tener a la familia en Zaragoza y no poder viajar con normalidad por las restricciones de la covid le hicieron replantearse el futuro y decidió volver. Ahora trata de darse a conocer más allá de su entorno de amigos. “El recibimiento ha sido muy bueno, mejor de lo esperado. Tengo clientes que me han echado de menos y en cuanto he llegado me han empezado a hacer encargos”, asegura. Además, estar de nuevo en casa es una satisfacción para él.

A sus recién cumplidos 44 años, a sus espaldas cuenta con una carrera laboral larga y variada. Ha sido militar, camionero, operario de grúa, repartidor de Correos… “Y alguna otra cosa que se me olvidará”, dice, entre risas. Pero esta última etapa de su vida profesional es, sin duda, la más gratificante para él, ya que le permite hacer de su afición una forma de vida. Y eso que sus comienzos no fueron demasiado alentadores. “Antes de haber practicado golf, era reacio a este deporte. Me parecía aburrido y de pijos”, reconoce. Pero, como suele suceder, en cuanto lo probó, se enganchó. Y ahora no podría vivir sin él.

Para montar los palos a medida es necesario hacer un estudio previo del swing del jugador.
Para montar los palos a medida es necesario hacer un estudio previo del swing del jugador.
Arcosur Golf

Ha jugado en todos los campos de Aragón y en la mayoría de los de Mallorca. Entre montañas, con vistas al mar, junto a un lago… Del golf, Alberto destaca no solo la práctica en sí, sino también los entornos privilegiados en los que se juega. “Son lugares que dan paz con su inmensidad de color verde”, revive.

En el aspecto económico, Alberto ha notado el incremento de usuarios en los campos a raíz de la covid, que cifra entre un 30 y un 35%. Esto hace que más personas quieran disponer de sus servicios como clubmaker. Para ello, a expensas de lanzar su página web, se le puede contactar a través de Facebook (DrGrip Custom Clubmaker).

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