baloncesto

Carlos Iglesias: "Apostamos por una Generación Z femenina"

El técnico del Casademont Zaragoza afronta un nuevo reto.

Basket Zaragoza
Carlos Iglesias ve el futuro con optimismo.
José Miguel Marco

Carlos Iglesias abandera el nuevo proyecto del Casademont Zaragoza, que irrumpe lleno de esperanza en la élite del baloncesto femenino español.

Apunta el fotógrafo que posa usted muy bien...

Más que posar, yo diría que soy obediente. Si me dice que me ponga así, me pongo así... Además, no me considero muy fotogénico. De pequeño, incluso salía en las fotos con los ojos cerrados. Antes se hacían pocas fotos: en comuniones, en celebraciones. Ahora, si no sale una, puedes hacer muchar más...

Le esperan muchas fotos al nuevo Casademont Femenino...

Espero que salgamos bien. Me gusta ver fotos que representan momentos felices, satisfacciones: abrazos, un choque de manos, una acción de un compañero.

En estos últimos años han tenido mucho que celebrar con la llamada Generación Z.

Es una satisfacción enorme ver que los sueños de chavales maravillosos, como Carlos Alocén, Vit Krecji, Jaime Pradilla, Javier García, Ander Urdiain, Raúl Lobaco o Jaime Fernández, se hacen realidad. Formar parte de ese sueño es fantástico.

¿Qué les da Carlos Iglesias?

La pregunta sería qué les da tanta gente. Nombrar solo a una persona como artífice de este proyecto sería injusto. Lo importante es la voluntad del club de apostar decididamente por la cantera y de poner los medios humanos y materiales desde infantiles hasta la élite, además de un entrenador en el primer equipo que se identifique con esta idea de cantera.

¿Se nos viene una Generación Z femenina?

Es evidente que buscamos una Generación Z femenina. El Casademont también apuesta por la cantera femenina. Es nuestra identidad de club, tanto en chicos como en chicas. El acuerdo con el Stadium Casablanca ha acelerado esta idea en el equipo femenino, aunque el concepto estaba muy claro desde hace tiempo.

¿Qué genoma, qué estilo concreto defienden?

Además de resultados, tenemos que transmitir a la grada. Y cuando digo a la grada, me refiero a la sociedad: al que nos ve por la tele, al que nos lee. Las jugadoras que fichamos tienen que estar en esa sintonía, además de dar cabida a las nuevas generaciones de la cantera aragonesa, defendiendo valores que son válidos para el deporte y para la vida.

Buscando la unión entre Zaragoza y Casademont, el primer nombre que aparece es el de Zoe Hernández.

Es una jugadora joven. Tiene mucho trabajo por delante. Estoy ilusionado con ella. Transmite deseo por jugar al máximo nivel. Hemos incorporado jugadoras que refuerzan esta idea de club, como una base con empuje (Vanloo), Aina Ayuso, Gorecki, Chantelle Handy, Keisha Gatling o Laura Nicholls.

Laura Nicholls reúne un significado especial. Que una jugadora de esa entidad apueste por el Casademont evidencia que la iniciativa va muy en serio.

Estamos ante un campeona del mundo y subcampeona olímpica. Posee un carácter ganador, hace mejores al resto de compañeras. Estoy muy contento con el equipo que estamos construyendo.

¿Jugar en el pabellón Príncipe Felipe también significa una declaración de intenciones?

Simplemente, el club está dispuesto a poner el baloncesto en el lugar que le corresponde. Reynaldo Benito (presidente), Pep Cargol (director deportivo) y Javier Gastón (gerente) tienen las ideas clarísimas.

¿El Casademont representa el punto cumbre en su carrera?

Es un proyecto precioso que me llega después de una estancia ya considerable en los banquillos. Ya tengo dos hijos, Carlos y Daniel. Mi mujer, Gema, que también jugó al baloncesto, me ha ayudado muchísimo. Solo así se entiende una trayectoria extensa en Aragón, también con estancias en Madrid y Vigo, y ahora de nuevo en Zaragoza. El reto lo tenemos ahí. Vamos a apostar por una nueva Generación Z femenina.

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