El CV Teruel, vigente campeón de la Superliga, ha querido celebrar la Navidad con los niños que estos días permanecen hospitalizados en el Obispo Polanco de Teruel. Sus jugadores, acompañados de algunos directivos del club, han visitado esta mañana a los pequeños y les han regalado la bufanda del equipo.

La sorpresa ha sido mayúscula para María, de 5 años, y para Dani, de 6, quienes han podido estrechar la mano de los campeones del voleibol nacional e intercambiar con ellos algunas palabras. María ha dado las gracias por la bufanda y Dani, al que le gusta practicar la escalada y moverse con patines, ha disfrutado saludando a los deportistas.

La presencia de los jugadores ha revolucionado los pasillos del hospital. Pacientes y familiares, al verlos pasar camino de Pediatría, no han dudado en sacar sus teléfonos móviles para captar una instantánea o hacerse una foto con ellos.

“Agachen las cabezas para no darse con las estrellas que hemos colgado en el techo”, ha advertido a los jugadores del CV Teruel el jefe del Servicio Pediatría, Jesús Martín-Calama, quien se ha percatado enseguida de que la altura de los deportistas -en todos ellos cercana a los dos metros- podría arrasar con la decoración navideña de la planta. La directora del hospital, Ana Garzarán, no ha querido perderse el entrañable acto.