Las hermanas Sánchez Alayeto defienden la grandeza de un deporte "con mucha miga"

Se proclamaron este domingo en Madrid ganadoras del Máster, al imponerse a las número uno del mundo.

Las hermanas Sánchez Alayeto.
Las hermanas Sánchez Alayeto.
EFE

Las gemelas Mapi y Majo Sánchez Alayeto y su entrenador, Jorge Martínez, defendieron este martes "la grandeza" del pádel, un deporte al que el técnico atribuye "mucha más miga de la que parece, porque tiene un componente psicológico fundamental y dependes del otro al 50 por ciento".


Tras proclamarse este domingo en Madrid ganadoras del Máster, al imponerse a las número uno del mundo, también españolas, Marta Marrero y Alejandra Salazar, las hermanas subrayaron la dificultad de trasladar lo practicado en los entrenamientos "a la tensión de la competición".


"Cuesta mucho ponerse en situación en un entrenamiento, preparase para lo que vivimos en competición. La intensidad no es la misma", dijo Mapi. Su equipo técnico, que lidera Jorge Martínez, ha encontrado ese "equilibrio" gracias a un novedoso "sistema de entrenamiento grupal".


"Se entrenan conmigo, pero con otros jugadores a la vez, hombres y mujeres, mejores y peores que ellas. Ellas son las mimadas, todo va enfocado a que ellas mejoren, pero eso es posible porque los compañeros colaboran. Ellas son las prioridad, pero dentro de un grupo. No es lo habitual y hay gente que no lo tolera, que quiere algo más individualizado", comentó el entrenador.


Su grupo de trabajo incluye un preparador físico, Jordi Riba, y una psicóloga, Icíar Eraña, pero es fácil trabajar con las hermanas aragonesas, aseguró el entrenador, porque "son unas jugadoras excepcionales, con una fuerza de voluntad tremenda". "Nunca me he encontrado con nadie igual. Si no hubieran ganado el Master, no habría podido ponerles ni un pero", añadió Jorge Martínez.


"El reto mayor", apuntó, "es jugar un deporte en pareja, porque debes manejar las formas de comunicarte. Hay un trabajo previo, durante y después de los partidos. En el banco a veces basta con reforzar o con ajustar una táctica, pero hay partidos en los que tienes que apagar un fuego y en ocasiones los silencios son eternos. Hay un componente psicológico importante".


"Cuanto más rascas", dijo, " más cuenta te das de la grandeza de este deporte, en el que dependes al 50 % del otro. En el Master vivimos situaciones de mucho estrés, pero cuando una se atascó la otra no se dejó ir. Es un deporte con mucha más miga de la que parece".


Ambas jugadoras, de 32 años, proceden del tenis, algo que las diferencia de las nuevas generaciones, formadas ya íntegramente en el pádel. "Eso no nos hace distintas ni supone una amenaza para nosotras, cada deportista es diferente", comentó Mapi, a quien según su técnico "no le queda ni un atisbo de tenis". A Majo "se le nota algo más".


Majo indicó que, pese a estar ambas estudiando a distancia Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, "hoy en día lo primero es la competición y la formación es secundaria". "Entrenamos toda la mañana, primero físico, luego pádel, y por las tardes damos clase un par de días, al menos otro estamos con la psicóloga y el resto estudiamos", dijo Majo sobre su día a día.


La pareja, dijo Jorge Martínez, "tiene mucho margen de mejora" en su objetivo de recuperar el número uno mundial. Las jugadoras y su técnico confían en que el pádel se organice pronto de otra manera en sus principales competiciones: tendría que haber, opinan, un mundial por selecciones y otro 'open' por parejas, sean sus integrantes del mismo país o de otro.


"Lo híbrido solo genera confusión y problemas con los patrocinadores", indicaron las hermanas, que sufrieron en el último Mundial una descalificación por un conflicto sobre la marca de ropa que vestían.

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