El regreso más deseado

?Jaime inició ayer una nueva etapa en su recuperación al incorporarse a algunos ejercicios del trabajo en grupo.

Jaime Romero, ayer en la Ciudad Deportiva.
Jaime Romero, ayer en la Ciudad Deportiva.
Elena Muñoz

Pasaban pocos segundos de las 10.30 en otra gélida mañana en la Ciudad Deportiva cuando los jugadores que se hallaban repartidos por el campo en espera del inicio del entrenamiento rompieron en una rotunda ovación. Un hecho extraordinario y poco usual que tenía como protagonista a Jaime Romero. El extremo cumplía una etapa más en su laborioso proceso de recuperación por la gravísima lesión que se produjo el pasado octubre contra el Alavés y compartía algunos ejercicios con el grupo. Los gritos de "Jaime, Jaime" eran la prueba fehaciente de la alegría que inundaba al plantel. No es un paso definitivo, pues todavía restan unas semanas de trabajo, pero que insufla más optimismo en el vestuario.


La felicidad que proyectaban los futbolistas era la demostración palpable de la importancia que tiene el atacante manchego en el funcionamiento del colectivo, tanto en lo deportivo como en lo psicológico. Su valía es muy apreciada. Su mejoría y su progresivo reingreso a las dinámicas de la escuadra dirigida por Lluís Carreras suponen un refuerzo moral para todos.

Jaime está comenzando a dejar atrás el drama que padeció el 3 de octubre de 2015 en un choque disputado en LaRomareda contra el Alavés. El parte médico dictaminaba la rotura del ligamento cruzado anterior, del menisco externo y un esguince de grado II en el ligamento colateral interno de la rodilla derecha.


El jugador fue operado el 7 de octubre por el prestigioso doctor Ramón Cugat, director del departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirón Salud de Barcelona. La intervención en el quirófano se prolongó por espacio de más de cuatro horas. El galeno se mostró muy satisfecho por el resultado y, ya en ese momento, pronosticó que reaparecería sin novedad en el tiempo habitual en estos casos. "Yo espero que se enganche bien el menisco. Se trata de una lesión aguda, muy sangrante en su restauración, algo que ayuda a que la cicatrización sea finalmente buena. Confío en que todo va a ir bien. Pueden ser seis meses de baja, tal vez siete, hasta que Jaime pueda volver a ejercitarse con normalidad", reveló.


Los siguientes tres meses, hasta final de año, Jaime retornó a Italia para estar bajo supervisión del Udinese, el club propietario de sus derechos federativos. Pero el 5 de enero desprecintó la segunda fase de su larga recuperación ya en Zaragoza. Y el 18 de enero compartió con el resto del equipo algunos minutos sobre el césped de la Ciudad Deportiva.

Trabajo con Ubieto

El albaceteño, en compañía de Cezary Wilk –que sufre una lesión similar–, ha devorado el invierno en el gimnasio y bajo la esmerada supervisión de Andrés Ubieto, un nombre fundamental para explicar esta particular travesía por el desierto. Día tras día han recorrido un camino que debería concluir con la reinserción plena en la primera plantilla. Pese a que no quieren marcarse plazos que presionen al jugador, el mes de mayo podría contemplar a Jaime galopando con la camiseta zaragocista. Un fichaje de campanillas para el esprín final hacia el ascenso.

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