Luis Carlos Cuartero:"Quiero consolidar las distintas áreas de trabajo del club"

-¿Cómo asume esta nueva etapa como director general y con qué expectativas?

-Ilusionado y con mucha responsabilidad. Esta no es una decisión tomada en uno o dos días. El Consejo de Administración venía valorando desde hace tiempo mi incorporación al cargo, y esta semana finalmente se ha concretado de forma oficial. Le estoy muy agradecido por esa confianza. Me enorgullece después de tanto tiempo en el Real Zaragoza ser ahora su director general. Es un reto muy importante y muy bonito.

-¿Por qué cree que el Consejo le ha propuesto y nombrado?

-Llevo varios años en el club y lo conozco bien. Quizá hayan valorado mi compromiso, lealtad y dedicación al Real Zaragoza. Es un Consejo importante, con gente de gran prestigio y reconocimiento en Aragón.

-¿Cuáles serán ahora sus atribuciones? ¿En qué rama del organigrama se ubicará?

-Mi función será dirigir y coordinar cada una de las áreas en las que el Consejo ha dividido el club. El objetivo es que todo siga funcionando como lo está haciendo hasta ahora. Esa planificación realizada por el Consejo está muy bien estructurada y queremos que dé resultados. Ojalá sea ya este año disfrutando del ascenso.

-¿Qué relación organizativa mantendrá con la dirección deportiva? ¿Están bien perfiladas las funciones de cada cual?

-La misma que con las otras cuatro áreas del club. Cada una de ellas, tiene un responsable. Narcís Juliá se encarga de la deportiva, y están también la financiera, con Mariano Aured, la de comunicación, con Miguel Gay, la jurídica, con Francisco Checa, y la de márketin y social, con Carlos Arranz. La dirección deportiva tendrá plena autonomía para desarrollar sus funciones. Yo desde mi cargo de director general estaré para apoyar y ayudar.

-Entonces, ¿la dirección deportiva dependerá de la dirección general?

-Bueno... Todas las áreas dependen de la dirección general. Pero está claro que cada una tiene la autonomía suficiente para tomar decisiones. Y eso se puede hacer en perfecta sintonía con la dirección general. Hace dos meses, el club realizó una apuesta importante por una nueva dirección deportiva, con Narcís Juliá y Albert Valentín, y están desarrollando una gran labor.

-El club lo comunicó en su anuncio, pero, ¿cuál es el papel que jugó usted en la salvación de la SAD hace dos veranos?

-Todos conocemos los movimientos que se produjeron entonces alrededor del club, con gente interesada y gente desinteresada en acceder al Real Zaragoza. Hubo un momento en el que el club estaba en peligro y necesitaba su continuidad y un plan de viabilidad, gente respetada, reconocida y con valores. Simplemente fui un enlace con esa gente, un contacto para que eso se llevara a cabo. Pero lo importante no fue eso, sino el complicado paso que dieron los cuatro patronos de la Fundación para salvar el club. Eso es lo fundamental, que esa gente se arriesgó a sacar adelante al Zaragoza.

-Su experiencia en los despachos se ha caracterizado por la contestación social que ha despertado entre un sector del zaragocismo. Le siguen observando como un vestigio de la era de Agapito Iglesias. ¿Le preocupa que eso le pase factura, no a usted, sino a la credibilidad del proyecto actual?

-No. He tenido muchas muestras de cariño en las últimas horas, de mucha gente conocida y no. Yo voy a seguir defendiendo al Real Zaragoza. Desde que entré en 1988, esta ha sido mi casa, he vivido varias etapas, y siempre he considerado un orgullo trabajar aquí. Hay momentos mejores y peores, pero siempre he hecho lo que tenía que hacer por el bien del Real Zaragoza.

-¿Le afecta personalmente que se le identificara como mano derecha de Agapito Iglesias?

-Nunca he tenido ningún problema. Mi núcleo de amistades, quien me conoce de verdad como soy, me admira y me respeta. Yo he ido a muchos sitios, con zaragocistas, y nunca he tenido problemas. Al contrario. Siempre he trabajado por el Real Zaragoza, para que consiga títulos, funcione bien o está en la categoría que merece.

-¿Cuáles son sus planes inmediatos?

-Queremos darle continuidad al proyecto. Consolidar unas áreas de trabajo que ya están muy bien organizadas. El plan de futuro obliga a trabajar en el ascenso. Llevamos demasiado tiempo en Segunda como para no pensar en eso. Hay que volver a Primera. Tengo también muy claro que todas las áreas están enfocadas hacia la deportiva. Quiero coordinar eso, para que el área deportiva cuente con mejores y mayores recursos. Eso lo primero. Lo segundo, el próximo año entra en vigor el convenio de acreedores y queremos solventar ese tema también. Y, tercero, darle solidez al proyecto con el fin de devolver al Zaragoza donde merece.

-En su estancia en el club, ha convivido con tres perfiles de director general bien distintos: Jerónimo Suárez, Gerhard Poschner y Suso García Pitarch. ¿Encaja su filosofía en la de alguno de ellos?

-Yo tengo mi pensamiento propio. Quiero ser un director general que se encuadre en lo que he visto, vivido y en los conocimientos que he absorbido. Ante todo, quiero darle valor a las áreas que configuran el club, teniendo en cuenta que todas deben trabajar para la deportiva: financiación, temas jurídicos, de marketing, los patrocinios... Todo debe repercutir en el área deportiva.

-Ha vivido en un segundo plano desde que saltó a los despachos. ¿Va a exponerse ahora más pública y mediáticamente?

-Esa exposición, como la responsabilidad, va en función del puesto. El Real Zaragoza ya cuenta, por ejemplo, con la figura de un presidente, con una gran capacidad y reputación. Él es el máximo exponente. Pero desde mi cargo, cuando sea oportuno y se considere, estaré a disposición.

-La dirección general es un puesto cada vez más profesionalizado, ocupado por gente formada en la empresa, el derecho, la economía, la gestión... ¿Se ha preparado usted o va a hacerlo?

-Sí. Estoy en ello. He realizado algún curso, hay otros muy interesantes de la Federación Española... Tengo ganas de trabajar y aprender. Y, como dice, la intención de profesionalizar mi figura de director general. Ahora, mis conocimientos son de haberlos visto y vivido en el día del club durante mucho tiempo. Pero quiero completarlo con una formación académica.