Diamanka intenta volver al equipo

El senegalés lleva dos días trabajando con el grupo y Popovic evaluará hoy si está apto para ser citado y jugar mañana.

Diamanka, junto a Rico, en el ensayo de anteayer jueves.
Diamanka, junto a Rico, en el ensayo de anteayer jueves.
oliver duch

Guadianesco y desconcertante está resultando el proceso de recuperación de Pape Diamanka tras los problemas musculares que sufrió el centrocampista senegalés en Mallorca hace ya 21 días. Como ya sucediera la semana pasada, en la previa del choque ante el Valladolid, Ranko Popovic dirige hoy el último entrenamiento preliminar sin saber si el jugador africano, pese a que lleva dos días entrenándose con el resto del grupo con cierta normalidad, podrá jugar mañana ante la Ponferradina o verá el partido desde la tribuna.


Al regreso de la isla, pareció tener algo serio. Las pruebas radiológicas inmediatas descartaron una dolencia importante y, lejos de tener una rotura muscular, se diagosticó una elongación (estiramiento sin fractura). Sus últimos entrenamientos de la semana parecieron garantizar su continuidad en el equipo frente a los vallisoletanos pero, cuando su titularidad se daba por hecha, el muslo se le alteró el sábado a última hora y Diamanka fue baja de peso específico en la derrota 0-2 ante los de Pucela y, por precaución, continuó a menor ritmo la semana pasada en los prolegómenos del viaje a Alcorcón, donde tampoco formó parte de la expedición. Esta semana, la vaivén de impresiones sigue vigente.


"Está mejor. Aunque sigue teniendo las molestias, son de menor importancia. Pero vamos a esperar porque, la semana anterior, aguantó muy bien hasta el final del último entrenamiento y no pudo estar finalmente contra el Valladolid", contó Popovic ayer tras la penúltima sesión de trabajo.


Diamanka quiere ser útil al equipo y al técnico en un partido de tanta importancia como el de mañana ante la Ponferradina. Popovic lo va a esperar hasta el segundo final del ensayo matinal de hoy. Y los médicos observarán con atención la evolución postrera de esa elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda, en la parte posterior del muslo, que no acaba de desaparecer por completo y que alerta de una posible rotura fibrilar si se fuerza antes de tiempo. Este es el dibujo de situación en el día en el que Popovic ha de hacer oficial la convocatoria para afrontar el crucial duelo con la Ponfe.


Ayer, Diamanka fue uno más sin cortapisas, aunque en algunas acciones de máxima intensidad se le pudo ver con cierta cautela. Ese es el límite que tiene que escrutar y valorar Popovic para definir hoy al mediodía si cuenta o no con el dinámico pivote zaragocista. Una complicada apreciación apriorística.


Eso sí, técnicos y médicos tienen claro que si Diamanka al final entra hoy entre los 18 convocados es porque está en condiciones de ser titular. Nunca lo haría para ocupar una plaza en el banquillo como consecuencia de una situación de merma física. Popovic no contempla esa figura con alguien que, de salir como suplente durante el partido y resentirse súbitamente, puede obligar a ejecutar dos cambios innecesariamente. Así que, una vez más –será la tercera– Diamanka tiene la palabra hoy, a puerta cerrada, en el estadio de La Romareda.


No es cuestión menor dado el rango de importancia que el senegalés había adquirido en el once inicial zaragocista hasta el día de su lesión, en Son Moix. Además de su aportación positiva al juego de área a área, los datos estadísticos avalaban el buen fario de Diamanka: con él, el Real Zaragoza no conoce la derrota.


De nuevo, a acudir al filial

La lista de citados de Popovic, a expensas de lo que se decida con Diamanka, tendrá una semana más al menos uno o dos componentes del filial a causa de la acumulación de bajas.


El técnico serbio, además de las ausencias de larga duración de Wilk y Jaime, cuenta a partir de ahora con la lesión de Hinestroza, al menos hasta inicios de enero. Por su parte, Rubén, pese a que se ha reintegrado ya con el grupo, no está aún con el punto de forma mínimo para poder contar con su concurso. Y el punta Ortí está en el dique seco por los problemas manifestados en su última rodilla operada.


Así, aun contando con el rehabilitado Mario –no juega desde julio– como integrante de la lista, Popovic solo dispone, además de los dos porteros que cite, de once jugadores de campo del primer equipo más Rico y Vallejo, con ficha B. Eso garantiza la continuidad del filial Sergio Gil y augura la llamada de un punta del Aragón, Buenacasa o Kilian.

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