Lo importante en la Carrera Popular Ibercaja por la Integración no es llegar el primero. Lo han demostrado los componentes de la cabeza de carrera, como Toni Abadía, Carlos Mayo y Jaime Escriche, que han llegado a la meta de la mano, en un bello gesto que ha demostrado el carácter festivo de esta cita, en su trigésimo quinta edición.

Desde niños en carrito hasta corredores veteranos o en silla de ruedas, unas 10.000 personas han realizado los cinco kilómetros de recorrido propuestos, desde la calle San Ignacio de Loyola, donde se encontraba el punto de salida y de llegada, pasando por el barrio de San José.

Minutos antes de las 9.30, ya eran cientos las personas que llenaban no solo esta calle sino parte del paseo de Las Damas. En las primeras filas se encontraban unas 130 personas del Club Atletismo San José, entre ellas muchos niños, que venían a disfrutar del deporte. "A ellos les gusta mucho", explicaba Ana. Un poco más atrás se preparaban Miguel Ángel y Alberto, que vienen "desde el primer año". Una constancia que tiene una buena razón: "Es un hecho importante por la integración de las personas", subrayaba Alberto. Además, por cada inscrito, Ibercaja se ha comprometido a donar un euro al Banco de Alimentos. "Y con tanta gente da gusto correr", añadía Miguel Ángel, mientras se preparaba para el pistoletazo de salida. Aunque antes, organizadores y participantes han querido recordar al entrenador del CAI Zaragoza, José Luis Abós, guardando un minuto de silencio.

Solo habían pasado unos minutos desde que los últimos habían pasado por la línea de salida cuando los más rápidos asomaron por la de meta. La montisonense Cristina Espejo ha sido la primera mujer completar los cinco kilómetros, seguida de Isabel Macías. Los atletas discapacitados Diego Sancho, José Luis Chaparro o Pedro Aurelio Vera tampoco han querido perderse esta ocasión de disfrutar del deporte. 

Además, los 528 primeros en llegar y recoger un sobre a la salida han recibido premios, como balones de baloncesto, paraguas, maletas... e incluso bicicletas. Inés y David han sido dos de los afortunados. "Venimos siempre desde el 2002. Nos gusta mucho porque nos juntamos todos", explicaban.

Los que no han conseguido premios, también estaban contentos de la experiencia. Tania, Nadia y Julio llegaron a la meta cansados pero contentos. "Al principio, al salir tanta gente de vez, he perdido mucha energía al intentar adelantar", explicaba Nadia. Eduardo, que suele apuntarse a este tipo de eventos, también había tenido alguna dificultad. "Había muchos niños al principio y tenías que tener cuidado, así que me lo he tomado con tranquilidad, para disfrutar".

Algunos se lo pasaron tan bien que ya pensaban en la próxima: "Estoy entrenando para la Carrera de la Mujer, así que esta es de prueba", indicaba Ani, que acudía con su hijo Joaquín y Javier, el amigo de este. Para los que todavía tenían energía, la fiesta sigue desde las 12.00 en el Parque de Atracciones, donde la Fundación de Disminuidos Físicos de Aragón (DFA) ha organizado una jornada festiva y reivindicativa para recordar la necesidad de trabajar por la integración, la convivencia y el respeto a la diversidad.