Un juego interior que promete

Tras cerrar el capítulo de fichajes, el CAI Zaragoza afronta un nueva temporada con un equipo ilusionante, especialmente en la pintura

Los jugadores del CAI pasean en la localidad de Viella durante el día de ayer.
Un juego interior que promete
Basket Zaragoza

El CAI cerró el pasado lunes la plantilla con el fichaje de Giorgi Shermadini, que llegaba libre del Olympiacos griego. Además del georgiano, llegaron Lisch, Sastre, Goulding, Robinson, Jelovac y Landry. Unas incorporaciones que llaman a la ilusión ya desde la segunda parte de una pretemporada en la que el equipo aragonés sigue invicto. El club cuenta con razones más que contrastadas para soñar: si el perímetro es amenazador, el juego interior está listo para plantar cara a cualquier rival que se ponga por delante. Una pintura que, con números en mano, ofrece argumentos más que suficientes para se condecorada como una de las mejores de la próxima Liga Endesa.

Un Norel al máximo nivel. El año pasado no fue fácil para el holandés. Una rotura en el ligamento cruzado de su rodilla derecha en mayo de 2013 le mantuvo apartado de las pistas hasta enero. Reapareció en la jornada 19, pero su juego fue irregular. Un esguince en el tobillo izquierdo al final de la campaña, que le obligó a perderse los ‘play off’ completó el círculo del infortunio. Ya plenamente recuperado, Norel afronta una nueva temporada llena de ilusión, en la que intentará volver al nivel demoledor de la temporada 2012/2013, cuando fue uno de los máximos dominadores de la zona en toda la liga. En aquella temporada logró una media de 13 puntos y 6 rebotes. La ilusión de Shermadini por su "vuelta a casa". Comentaba Joaquín Ruiz tras el anuncio de su fichaje el pasado lunes que, más allá de los encantos de sus cualidades baloncestísticas, Gio es un jugador muy querido por jugadores y técnicos. Con su "vuelta a casa", como él mismo quiso definir ayer su regreso a Zaragoza, el pívot procedente del Olympiacos contará con un ‘extra’ de motivación para sobresalir en el Príncipe Felipe. Y eso es muy peligroso para los equipos rivales. El joven pívot de 25 años formará un dúo demoledor con Norel en la posición de ‘5’. Son dos jugadores de perfiles similares: muy fiables en la distancia corta, y con un despliegue de movimientos y fundamentos inmenso bajo los aros. Pueden llegar a sufrir en el apartado defensivo, aunque en ataque son un dolor de cabeza para sus defensores. Expertos en sacar faltas. El ‘9’ rojillo tendrá a su lado a un gran competidor, lo cual puede hacer aumentar su ambición. "Solo quiero volver a jugar grandes partidos, dar lo mejor de mí para que el equipo tenga éxito", avisa el georgiano. La versatilidad de Landry y Jelovac. El experimentado ala-pívot norteamericano es uno de esos jugadores deseados por cualquier entrenador; polivalente como pocos, ha jugado a lo largo de su carrera –como él mismo ha reconocido– en todos los puestos posibles en cancha. Antes de venir a España, desempeñaba funciones de alero, pero su llegada al Cajasol el pasado diciembre, bajo la tutela de Aíto García Reneses, lo fijó en la pintura. Ahora, con su 2,02 de altura, se mueve como pez en el agua por la zona, al tiempo que supone un peligro desde el 6,75 (la temporada pasada rondó el 40% de efectividad). En principio, rotará con Jelovac en el puesto de ‘4’. Aunque el serbio es otro de esos jugadores que pueden ofrecer alternativas; en su caso, con el puesto de pívot. Tras hacer una exhibición de garra en el último amistoso contra el UCAM Murcia (anotó 25 puntos), Jelovac augura guardarse a la afición en el bolsillo. Juventud, veteranía y poderío ofensivo. Albert Fontet es el quinto en la rotación interior. El capitán, emblema del equipo, ha sabido ganarse en tres años al público, y siempre ha tratado de aprovechar los minutos con los que ha contado. El catalán, junto con Llompart o el propio Norel, asentados en la familia caísta, será uno de los responsables de integrar a las nuevas caras en un grupo renovado, y con experiencia y juventud a partes iguales. Sobre todo bajo los aros, donde Jelovac (24) y Shermadini (25) aún pueden progresar en su faceta más intimidatoria: la ofensiva. La "capacidad innata para meter puntos" de Jelovac de la que hablaba Willy Villar es una nueva amenaza que se suma a las situaciones de uno contra uno en el poste bajo que saben aprovechar a la perfección Shermadini, Norel y Landry. Aunque el trabajo desde la defensa haya sido últimamente ‘marca de la casa’, este CAI puede ser una máquina de anotar.