Ignacio Cembrero, periodista: "España cedió ante Marruecos sobre el Sáhara a cambio de poca cosa"

Nacido en Madrid en 1954, está especializado en el Magreb e intervino el lunes en el ciclo 'Sáhara Occidental: Periodismo por los Derechos Humanos'.

Ignacio Cembrero, esta semana en el Paraninfo
Ignacio Cembrero, esta semana en el Paraninfo
Oliver Duch

¿De dónde es y cómo ve la profesión de periodista?

Soy de Madrid, pero he vivido muchos años fuera de España y me eduqué allí por mis padres. Colaboro con ‘El Confidencial’ y medios de comunicación en Francia y otros países. Salí de ‘El País’ con una sensación amarga (de 1979 a 2014 y fue corresponsal en Oriente Próximo, el Magreb y Bruselas). El futuro de los medios es complicado porque han fragmentado mucho el mercado y hay demasiados digitales, que no tienen fuerza para hacer periodismo de investigación.

¿Cómo lleva que Marruecos haya presentado una demanda contra usted?

Hay un acoso judicial de las autoridades de Marruecos, porque es la cuarta vez que me llevan a los tribunales, dos por la vía penal y otras dos por la civil, como esta última. Y hay un acoso de la prensa marroquí con informaciones poco amables y fotomontajes intentando ligarme con determinadas personas.

"Hay un acoso judicial de las autoridades de Marruecos, porque es la cuarta vez que me llevan a los tribunales, dos por la vía penal y otras dos por la civil, como esta última"

¿Qué motivo llevó a España a ‘arreglar’ la crisis con Marruecos cambiando su posición respecto al Sáhara?

No hay que buscar demasiados pies al gato. El presidente del Gobierno toma esa decisión para superar una crisis con Marruecos otorgándole una concesión muy importante de política exterior, alineándose con ese país y su propuesta para resolver el conflicto del Sáhara. Pero a cambio ha conseguido poca cosa, únicamente frenar la inmigración ilegal desde Marruecos y especialmente la que llega a Canarias, más difícil de evitar. Ni se ha reconocido la soberanía de España sobre Ceuta y Melilla ni se ha producido la apertura comercial en esas ciudades. La carta del presidente del Gobierno al rey de Marruecos era del pasado 14 de marzo y seguimos sin ningún avance.

La propuesta saharaui, respaldada por la ONU, para solucionar el conflicto se ha quedado en el limbo.

Marruecos ha movido muy bien sus peones y ha logrado frenar esa solución. El tema del Sáhara está bastante aparcado por la comunidad internacional y la guerra reiniciada en noviembre de 2020 no les ha conmovido para tomar cartas en el asunto. España, Alemania y Países Bajos han dado pasos en favor de la solución que propugna Marruecos.

"El tema del Sáhara está bastante aparcado por la comunidad internacional y la guerra reiniciada en noviembre de 2020 no les ha conmovido para tomar cartas en el asunto"

El Gobierno acogió al líder del Polisario, Brahim Gali, que entró en España por la Base de Zaragoza, enfermo de covid. ¿Hizo bien?

Creo que había que acogerle por un motivo humanitario y además tiene la nacionalidad española. A cualquier español cuya vida corre peligro hay que atenderle. Fue una decisión adecuada pero quizás se debería haber comunicado a Marruecos por motivos diplomáticos y no se quiso hacer. Quien tomó esa decisión final fue el presidente del Gobierno, por el calibre que tenía, no la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a la que después la echaron del Gobierno.

El juez que lleva el caso Gali está pendiente de que le envíe información el gobierno argelino.

Es una manera de seguir mareando la perdiz. Me llama la atención que España, al reconciliarse con Marruecos, no haya reclamado que se retire la denuncia del caso Gali, que afectó a la ministra de Asuntos Exteriores y a su jefe de gabinete, Camilo Villarino. El CNI reconoce que el abogado de la acusación (Joaquín) Navarro colabora con las autoridades marroquíes.

"Me llama la atención que España, al reconciliarse con Marruecos, no haya reclamado que se retire la denuncia del caso Gali"

La ministra de Defensa comparó el peligro del yihadismo en Mali con el síndrome de Afganistán.

El yihadismo del Sahel no se ha exportado a Europa hasta ahora. Está asolando esos países de África, con algún europeo secuestrado, pero no ha golpeado aquí. Es un peligro, pero para Europa es mucho más importante la guerra de Ucrania.

¿Hasta dónde llegará Europa con la guerra de Ucrania?

Hay divergencias entre los países anglosajones y los del entorno, como Polonia y las repúblicas del Báltico, que solo quieren la salida de Putin del poder, de un lado, y otros como Alemania, Francia y España, a los que les gustaría un acuerdo negociado con Rusia para enderezar la economía.

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