Vehículos híbridos: la mejor alternativa para una conducción sostenible

Los tiempos cambian y, con ellos, la labor y los artículos que desarrollan las principales empresas de los sectores productivos del país. Desde hace unos años, existe una mayor sensibilidad con la situación económica actual de la mayoría de las familias (mejor que la de los años más duros de la crisis, pero aún delicada), así como hacia el medio ambiente; lo que se refleja en el resultado final del producto.

Uno de estos ejemplos se da en el sector de la automoción, con modelos que tratan de combinar cada vez con más excelencia ambos factores. Una conexión que es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta la trascendencia que tiene el momento de la compra de un coche, lo que requiere informarse bien de todas opciones que presenta el mercado. Y, entre ellas, las tendencias que presentan mayores perspectivas de futuro se encuentran entre las preferidas por los consumidores.

Un campo en el que destacan sobremanera los vehículos con tecnología híbrida, que despiertan cada vez más el interés de los potenciales compradores. Cabe recordar que, en la mayoría de los casos, estos combinan un motor de combustión y una batería eléctrica que no es preciso conectar a una toma de corriente. Por tanto, el consumo de gasolina o diésel es menor que el de un vehículo convencional, además de que, con ellos, se reducen los costes de mantenimiento del propio vehículo.

En este sentido, diversas marcas han lanzado al mercado modelos híbridos eléctricos, de doble motorización (eléctrica y de gasolina) y bifuel (con doble depósito de gas natural y gasolina).

Modelos eficientes con evidentes ventajas

Sus beneficios económicos son indudables, pues el ahorro en combustible con respecto a los modelos gasolina o diésel es considerable. En el caso de aquellos que se sirven de gas natural y gasolina, por ejemplo, puede ser de hasta el 50% en relación a los de gasolina y del 30% en comparación con los diésel. Esto es debido a que el motor elige como prioridad el primero (gas natural) y cambia al segundo (gasolina) cuando lo necesita.

La fiabilidad es otra de las grandes ventajas de muchos de estos automóviles, gracias a las condiciones de seguridad con las que cuentan y que garantizan que los sistemas sean herméticos en todo momento. La coexistencia de dos combustibles contribuye a esa fiabilidad, además de posibilitar que se puedan recorrer muchos kilómetros más que con los modelos convencionales antes de parar a repostar.

La sostenibilidad es otro de los factores más destacados, pues las características citadas permiten que las emisiones de gases se reduzcan de una manera considerable en relación a los propulsores de gasolina (del 25% en el caso del CO2, además de en cuanto a los óxidos de nitrógeno y otras partículas), mejorando así la calidad del aire.

Una serie de vehículos que sobresalen por su eficiencia y que reportan a sus dueños otros beneficios como los descuentos de los que pueden disfrutar en el impuesto de circulación, los peajes y los aparcamientos o la reducción del ruido que hace la máquina en un 50% con respecto a un coche diésel, todo ello sin perder potencia ni prestaciones con respecto a estos. Una de las alternativas más económicas y ecológicas del mercado, en definitiva, con evidentes ventajas en los campos del ahorro económico, el impacto medioambiental y la calidad de vida de las ciudades.

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