Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Un cambio de paradigma: empresa 4.0

La aparición de las nuevas tecnologías asociadas al cliente coloca al ciudadano en el centro del modelo productivo, ocupando un puesto determinante en la cadena de producción.

Un cambio de paradigma: empresa 4.0
Un cambio de paradigma: empresa 4.0

La digitalización "no es solo una disrupción tecnológica, sino un cambio de paradigma que coloca al cliente en el centro de la cadena productiva". Así lo considera Fernando Valdés, subdirector general de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, cuya estrategia de Industria Conectada 4.0 constituye un plan "integral" que abarca todos los ámbitos del proceso de transformación de la industria.

A lo largo de este proceso, las pequeñas y medianas empresas -parte fundamental del tejido industrial- son las que han tenido más dificultades para abordar este cambio. "Nuestra estrategia se construye por y para la empresa industrial, sobre todo para aquellas que no tienen las capacidades o el acceso suficiente a la información para iniciar este proceso de digitalización". Un "reto inmenso" que ha supuesto una "disrupción completa" en el modelo productivo. "La producción ya no está en torno a las cuatro paredes de la fábrica como tradicionalmente se había entendido. Hoy estamos ante un modelo mucho más híbrido y complejo que interactúa internacionalmente", subraya Valdés al hablar de las oportunidades que trae consigo este cambio. A su juicio, en esta ocasión "España no ha perdido el tren de la revolución industrial, y aunque el camino es largo, afortunadamente se están dando los pasos adecuados tanto por parte del sector público como privado".

La industria que no sea capaz de prever y satisfacer las necesidades del cliente lo va a tener muy complicado
Así , las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías permiten cada vez más relocalizar cadenas productivas ilimitadas. "La economía del futuro necesita la colaboración entre los distintos agentes de la cadena de valor. Una única empresa ya no va a poder abordar los retos que plantea la industria 4.0 ni lograr esa ganancia de competitividad en este contexto internacional si no es por medio de la colaboración con otras empresas y entornos de emprendimiento".

A este desafío se suma otro importante, y es que la aparición de las nuevas tecnologías asociadas al cliente ha cambiado también el modelo productivo colocando al ciudadano en el centro. "Nunca antes el consumidor había estado en un puesto tan determinante. Cada vez más, tendemos a una reubicación de las prioridades en la que la industria que no sea capaz de prever y satisfacer las necesidades del cliente, lo va a tener muy complicado en el futuro", alerta Valdés. En este horizonte, la industria 4.0 se alza como la "palanca" que va a generar competitividad en la industria del siglo XXI, la que va a decidir quiénes ganan y quiénes pierden en la economía del futuro. "El reto es mayúsculo y pasa fundamentalmente por adaptar las competencias al entorno digital y generar más vocaciones a este proceso. Debemos entender que, a día de hoy, ya no puede haber una estrategia empresarial que no incorpore los retos en digitalización", concluye.


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