Una historia sobre ruedas con corazón aragonés

Ofrecer un servicio de máxima calidad en el ámbito del transporte colectivo e individual es la razón de ser de esta compañía, cuya evolución en sus casi cien años de trayectoria es todo un ejemplo de desarrollo en el sector y una parte de la memoria de muchos aragoneses.

Y es que bien conocido fue su fundador Moisés Calvo, el hombre ‘que se hizo a sí mismo’, quien en el año 1927 adquirió dos líneas regulares, Daroca-Cariñena-Zaragoza y La Almunia-Alagón-Zaragoza y creó la Sociedad Anónima Agreda Automóvil. Así, tres autocares y una plantilla de seis personas fueron el germen de la empresa que gestionaba las dos líneas señaladas y que hoy está especializada en tres áreas de negocio que ocupan a una plantilla de 338 personas.Memoria y progreso

El romanticismo de la historia de Ágreda Automóvil tiene que ver con aquellos autocares que transportaban a los zaragozanos por la provincia y con aquella estación del paseo de María Agustín que permanecerá en el recuerdo de muchos largo tiempo.

Pero, la historia de la empresa tiene más que ver con el acierto, el crecimiento y la adaptación a los nuevos tiempos. Especializada en estaciones de servicio y representante de la concesionaria de Mercedes Benz, Ágreda Automóvil ha basado y basa su actividad en «ofrecer el mejor servicio», tal y como señala su presidente, Juan José Calvo, hijo del fundador y el más fiel testigo de la evolución de esta emblemática sociedad.

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