Francés, un idioma con garantía de futuro
El francés ha sobrevivido al paso del tiempo en una posición hegemónica. De hecho, en la actualidad es un idioma clave para encontrar empleo en el mercado internacional.
Entre los siglos XVII y XX la predominancia del francés en la escena internacional era incuestionable. El idioma galo se alzaba como la lengua de la diplomacia por excelencia y dicha hegemonía todavía queda muy latente hoy en día, solo hace falta acudir a las cifras.
En la actualidad, se calcula que más de 270 millones de personas lo hablan y se estima que, de este total, 72 millones de personas lo utilizan como primera lengua.
Aparte del inglés, el francés es el único idioma que se habla como lengua materna en los cinco continentes. Según las estadísticas, el 3,2% de la población mundial es francoparlante y, de este porcentaje, los continentes que poseen un mayor número de locutores son África que alberga un 46,3% y Europa que cuenta con un 44%.
Pero acercándonos a nuestro entorno, las cifras son todavía más alentadoras. El francés es el idioma oficial de numerosos países vecinos, entre ellos, Francia, Bélgica y Luxemburgo que acogen las tres ciudades sede de las instituciones europeas (Estrasburgo, Bruselas y Luxemburgo).
Además, es la segunda lengua con más usuarios en internet y el segundo idioma más estudiado. Las escuelas francófonas repartidas por todo el mundo ponen de manifiesto la importancia de un idioma que no solo abre puertas a nivel laboral, sino que supone una vía indiscutible para acercarse a otras culturas. La presencia del francés en el mundo de los negocios es inmensa y el hecho de que sea lengua vehicular en algunos de los países más desconocidos del planeta multiplica las posibilidades de ampliar el mercado.
En España
Hasta la década de los años 70 el francés ocupaba un lugar prioritario dentro de nuestras fronteras. Se trataba de la primera y en muchos casos, la única opción de lengua extranjera que se ofrecía en el plano de estudios de las escuelas españolas.
Por ello, la pregunta que debemos hacernos después de analizar todos estos datos es: ¿hay motivos para que el francés siga ocupando un lugar preferente en nuestro país? La respuesta es sí y así lo avala el método Vaughan que, tras años de experiencia en el sector inglés, se ha propuesto darle al francés el lugar que se merece en España y volver a hacer que sea fundamental en nuestra educación.
