Dormir es imprescindible para proteger la salud, pues fortalece el sistema inmunológico y aumenta la resistencia a las enfermedades, tal y como señalan desde la Sociedad Española del Sueño. Es por eso que cuando se padece un determinado trastorno existe cierta tendencia al sueño, ya que es, precisamente, al descansar, cuando el organismo se recupera de las agresiones y consecuencias que se derivan de una patología.

Esto se explica porque ciertos mediadores inmunológicos, especialmente las citoquinas, envían señales al sistema nervioso central que regulan los patrones normales de sueño. Cuando se padece una enfermedad infecciosa, estas señales alteran los patrones de sueño y las conductas, en general, del organismo.

Además, desde la Sociedad Española del Sueño, se observa que las personas que no duermen lo suficiente tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones, ya que no se refuerzan sus defensas. Esto pone de manifiesto la estrecha relación entre la respuesta inmune y los trastornos del sueño.

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