Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

preparando su nuevo disco

Eva Amaral llora de emoción

La cantante confiesa que, por lo general, cuando termina de escribir una canción, suele llorar porque siente que con ella va a comunicar con el público. En el nuevo disco que prepara dice haber llorado más que nunca

Eva Amaral en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza la noche del 17 de diciembre de 2021
Eva Amaral en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza la noche del 17 de diciembre de 2021
FRANCISCO JIMÉNEZ /HERALDO

Amaral llora de emoción. Y no una vez, ni dos, ni tres…, sino hasta unas 25 veces, tantas como ella y Juan manejan para configurar su nuevo álbum, el noveno de su carrera discográfica en estudio. La cantante, vía teléfono, lo explica mejor: “He llorado al terminar las canciones, en casi todas. Es una sensación de que esto comunicará algo a alguien y es bueno saber que lo que has creado puede comunicar con la gente. Si lloras es que puedes conectar, que habrá alguien escuchando esas canciones y se emocionará. Esto es importante. Y con este disco he llorado más que nunca, aunque bien es verdad que soy muy llorona”.

No obstante, por ahora, no puede adelantar muchos detalles, porque, como dice ella, “el disco no está terminado”. Por no saber, Eva ni se atreve a adelantar el camino que tomarán esas nuevas canciones, ni si sonará a country, folk, dance… o cualquier otro género, menos aún señalar un nombre de un artista con el que este nuevo trabajo podría emparentarse. Los fogones no están todavía a temperatura máxima. Los ingredientes básicos —letras, métricas, melodías…— se están cocinando a fuego lento.

Lo único que puede revelar es ese cúmulo de canciones que ya ha perfilado el dúo. “Tenemos muchas canciones que andamos preparando en común. Y estamos muy contentos con lo que está saliendo”, confiesa Eva. “La pandemia para mí fue un periodo nada inspirado, no podía hacer nada en aquella situación tan dura, pero fue salir de ella e ir hacia la luz, se destapó una caja de canciones y de cosas estupendas. Juan, sin embargo, sí que estuvo muy activo y cuando nos reunimos surgió una explosión de creatividad”.

Lo que sí tienen muy claro Eva es que “el nuevo disco será completamente diferente a los anteriores, no tendrá nada que ver con ellos”. “Será diferente en todo porque hay métricas distintas, letras diferentes, melodías nuevas… No se parecerá en nada a lo anterior. Incluso las guitarras de Juan sonarán distintas, aunque son las suyas, claro. Las trabaja mucho”.

Y aun a pesar de tantas ideas y canciones como acumulan, algo que también tienen claro es que no van a publicar un disco doble. “Ya lo hicimos con Gato negro, dragón rojo, no es cuestión de repetir”. Así que a devanarse los sesos en busca de las elegidas y a esperar un día que las descartadas florezcan en otro disco, nuevo, de rarezas…

Todo este largo y minucioso proceso de elaboración obliga a pensar que a este nuevo disco le quedan muchos meses para que asome su ‘cabecita loca’ al mundo público, cosa que, afortunadamente, Eva desecha. “No, no va a ser larga la espera. La preparación requiere de mucho más tiempo, pero luego todo va más rápido”. Aun así, no hay una fecha prevista de salida, aunque quizá sea en este mismo año cuando llegue la buena nueva de su nacimiento. E insiste Eva: “De lo que estamos muy satisfechos es de lo que hemos hecho hasta ahora, lo que no significa que la gente conecte con estas nuevas canciones, o no”.

Entrevista publicada en Heraldo de Aragón el pasado 28 de mayo de 2023
Entrevista publicada en Heraldo de Aragón el pasado 28 de mayo de 2023
Matías Uribe

El pasado 18 de este mes de mayo de 2023 se cumplieron 25 años de Amaral “on the road”, que diría Kerouac. No es fácil mantenerse tantos años en un oficio tan caníbal y efímero como el del pop. Eva muestra su satisfacción por esta feliz pervivencia: “Con motivo de esos 25 años, al subir unas fotos a nuestra web, tenía esa sensación de haber vivido algo no imaginado, y más a través de la música. Es difícil, casi imposible, vivir de la música, nosotros lo hemos conseguido a lo largo de 25 años ya. Ha habido mucho trabajo, pero también mucha diversión y disfrute. Somos muy afortunados, tanto tú como nosotros, de seguir haciendo lo que nos gusta. Desde niños teníamos la imagen del artista viajero, un romanticismo que nos llamaba mucho la atención, y en ello estamos”.

No sin esfuerzo y algún contratiempo que otro: “Es difícil mantener una banda e incluso un dúo, pero afortunadamente seguimos juntos. Por supuesto, con tensión, más que con tiranteces. Pero todo eso se resuelve con algo que ni Juan ni yo haríamos en solitario. Separados no hubiéramos ido por el camino que me hemos ido”. Mejor así, unidos por la música y la afectividad.

Está, en efecto, absorbida por la preparación del nuevo disco, pero con el oído, como es habitual en ella, abierto a la música más nueva que asoma en el panorama internacional. Lo que da pie para preguntarle por una cantante y compositora que uno personalmente considera como una de las apariciones más rutilantes en estos últimos tiempos: Joana Serrat. “Sí, claro que la conozco, compone estupendamente y canta como un ángel... Ah, ¿que va a publicar un nuevo disco con otro proyecto nuevo? Estaré al tanto, me interesa mucho”, confiesa. Tiene buena clientela la cantante catalana.

Días antes de que aquel disco de debut llegara a las tiendas, y cuando Amaral era una completa desconocida, les hice una entrevista a Juan y Eva en mi domicilio y escribí una página completa, de la que ya he dado cuenta en la entrada anterior (excusas por la reiteración, pero el guion lo exige) y, arriesgadamente, la titulé: “Ha nacido una estrella”. Por los triunfos y glorias conseguidas por el dúo, parece que no anduve muy descaminado. Pero lo que más quiero resaltar es la historia humana que brotó a continuación de publicarse esta entrevista, una historia que sigo valorando mucho, no por el artista, el diseño o la firma, sino por el efecto balsámico que, en ocasiones, produce el periodismo. Por aquellos días, el padre de Eva se encontraba en el hospital gravemente enfermo. Cuando la leyó se le iluminó el rostro y le dijo a su familia que se quedaba contento y tranquilo. Poco después murió.

A propósito de la edición de aquel álbum, desde su casa de Madrid, Eva recuerda aquel efecto con mucho sentimiento: “Aquella página y aquel titular le llegó mucho, le emocionó porque pensó que su hija tenía un futuro más sólido del que pensaba, aunque bien es verdad que me seguía y guardaba todo lo que se publicaba de mí. Se sintió orgulloso y murió tranquilizado”.

Eva evoca, 25 años después, la figura del padre: “Era subteniente del ejército y maestro de banda, un hombre que tuvo una infancia y adolescencia muy duras. Nació en Cáceres en una familia muy pobre de cinco hermanos, que casi vivían de la caridad. Pero era muy trabajador y, por eliminar una boca más que alimentar, a los catorce años entró en el ejército, falsificando el DNI porque hasta los 16 años no se podía entrar. Pasó por varios destinos hasta llegar a Zaragoza, donde conoció a mi madre y aquí asentó su vida definitivamente”.

Lo que no se imaginaba el padre es que su hija iba dedicarse a la música: “Lo consideraba un capricho, aunque para mí, un capricho muy intenso. Cuando me veía en mi cuarto aporrear varias latas de galletas que había extendido en la cama para ensayar el ‘hit hat’ de la batería, me decía: pero, ¿qué locura es esa? Cuando leyó la entrevista entendió que el capricho era un camino”.

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