Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Bunbury, 'Palosanto', Héroes... (la entrevista completa)

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El pasado domingo, a doble página, publiqué una entrevista con Bunbury, que obligadamente, por necesidades de maquetación y estilo, tuve que editar y adaptar, lo que me obligó a dejar algunas cosas en reserva. A continuación, reproduzco la entrevista completa, tal cual Bunbury la contestó por correo electrónico en dos réplicas, ya que para la prensa escrita solo admite contestar por mail. Una posición, por cierto, con la que no estuve de acuerdo en principio y por la me negué en rotundo a realizar esta entrevista, tal y como de inicio la proponía su compañía de discos. Me parecía (y me parece) una degradación del oficio periodístico que no toleré. No entro en más interioridades, pero con la intervención personal de Bunbury, que incluso me autorizó a hacer preguntas basadas en conversaciones telefónicas privadas y correos particulares que nos enviamos, llegamos a un acuerdo. Ahí va.


Si los títulos tuvieran que pagar royalties, te veo haciéndolo a Miguel Ríos y Shearwater. Supongo que lo sabrás, pero Miguel ya editó un magnífico single en los primeros setenta con el título de 'Despierta' y el grupo americano tiene un precioso álbum de igual título al tuyo…


No tenía ni idea.


De haberlo sabido, ¿lo hubieras hecho? Más que nada por evitar caer en viejos episodios y sobre todo porque hay precedentes de demandas por títulos.


Matías. Despierta es el imperativo del verbo despertar. Nadie tiene el copyright de un verbo.


¿Qué es exactamente 'Palosanto'? ¿Cómo se explica esta nueva versión musical de Bunbury?


'Palosanto' forma parte de mi evolución musical, siguiendo un camino que no tengo ni idea hacia dónde me lleva, pero que me sigue emocionando como el primer día. Cuando un grupo o artista comienza a grabar, es lógico y habitual mostrar con demasiada claridad sus influencias, los discos que ha escuchado y los músicos que idolatra. Y en algún momento de su carrera, también es normal querer visitar y revisionar tus raíces, mostrar de dónde viene tu música y a quién debes y rindes pleitesía. Yo ya pasé por esas dos etapas. 'El mar no cesa' (1988) y mis últimos dos discos –'Las consecuencias' (2010) y 'Licenciado Cantinas' (2011)- son ejemplos de esto que digo, de lo uno y de lo otro. Así que 'Palosanto' retoma mi investigación personal, buscando realmente un área, un contexto, donde mis canciones suenen lo más parecido a lo que soy como músico, desligándome, dentro de lo posible, de lo que hacen los demás. Sigo trabajando duro y creo que este disco está más cerca de lo que busco.


Del árbol del mismo nombre se obtiene (Wikipedia dice) un aceite aromático que al aplicarlo produce un benéfico estado de calma y bienestar. No sé si has elegido el título, que no sale como canción ni creo en las letras, a propósito, pero lo cierto es que el disco produce ese benéfico estado. ¿Están estos tiempos muy necesitados de bálsamos de todo tipo?


Me alegro que pienses que el disco produce un efecto balsámico. Me interesa mucho el concepto que Jodorowski define como “arte curativo”. Me gusta pensar que la música o mis textos confortan y sirven. Que hay alguien ahí que siente como yo. O que ese alguien, al escuchar mis canciones, piensa que un músico expresó lo que él sentía o parecido.


PINKFLOYDIANO


He leído, y así me lo comentabas en enero, que este es un disco 'moderno'. ¿Tú crees que la modernidad va por donde marca este disco? Yo diría que más bien el disco es clasicista o, como tú has dicho, 'europeo'. En la raíz de la bellísima 'Salvavidas' y 'Los inmortales' está Pink Floyd. Por ejemplo, en la guitarra, en los coros femeninos o en los sincopados de batería, parece que estamos en el 'Dark Side Of The Moon', y en concreto en 'Time' (sin los relojes). Y la maravillosa 'El cambio y la celebración' remite a 'Wish You Were Here'. (Deberías haber invitado a David Gilmour, permite la broma).


La modernidad no es una. Los tiempos que vivimos son plurales. La música que se escucha es múltiple y viene de todas partes y llega a todas partes. No existe una tendencia prominente. Lo que sí que he querido ha sido buscar una producción que no fuera posible hace unos años. Las posibilidades tecnológicas de estudios de grabación, computadoras, sonidos sintéticos y efectos de guitarra, pertenecen a la actualidad. Los instrumentos que se utilizaron y la forma de grabar aleja este disco de producciones del pasado.


¿Fuiste, por cierto, alguna vez pinkfloydiano? Sería otra sorpresa bunburiana…


Me encantan Pink Floyd. Desde siempre. Creo que 'The Dark Side Of The Moon' fue el primer vinilo que compré o me regalaron. Y, grabando este disco, tuve muy presente teorías de Bob Ezrin -productor de 'The Wall' (1980) de Pink Floyd, y Avalancha (1995), de HdS, - así como los textos de Roger Waters. Volviendo a la broma anterior, me hubiera encantado que David Gilmour grabara algo en este disco o en cualquier disco mío futuro. Seguro que lo hacía bien.


Desde luego, ambicioso el disco lo es. Es la primera vez que te metes de lleno entre cuerdas –sí ya sé, el violín de Estaje-, lo que no deja de ser un reto enorme para un músico pop, amén de unas composiciones que exigen mucho sentido melódico y armónico. ¿Ha sido muy costoso ensamblar todo ese cuerpo? Creo que sudaste en las mezclas…


Sí. Es mi producción más ambiciosa. Junto con 'Flamingos' (2002). El trabajo de la banda (Los Santos Inocentes), de los arreglistas de cuerdas y voces, los sintetizadores de última generación… fue arduo y emocionante. Cada uno de ellos no sabía muy a las claras la dirección del disco y se dejaron guiar y confiaron en que yo tuviera claro algo, cosa que en algunos momentos -en privado- sentía que se me escapaba de los dedos. El núcleo duro de la parte técnica del album, Jordi Mora (ingeniero de grabación y mezclas), Ramón Gacías (asistente de producción) y yo, sudamos la gota gorda, efectivamente. El resultado final, espero que sea del gusto de muchos. No fuimos al estudio para hacernos los interesantes. Tengo una clara intención de comunicarme con el público y no quiero ser un artista incomprendido.


El filón 'Lady Blue', y por tanto 'Space Oditty', no parece agotarse. 'Despierta' y algunos de los fondos electrónicos del disco así lo revelan. ¿Tanto sigue gravitando Bowie sobre ti a la hora de componer?


David Bowie, Bob Dylan, Elvis Presley y José Alfredo Jiménez son la base de casi todo lo que hago. En un disco se puede ver más claramente la sombra alargada de un ciprés o de otro.


CANSADO DE RAÍCES


Me confesabas hace tiempo que estabas cansado de raíces. ¿Ha sido este disco un revulsivo contra 'Licenciado Cantinas' e incluso contra viejas canciones de 'Pequeño' o 'El viaje a ninguna parte'?


Bueno. Ya estuvo. Hay cosas que haces una vez y no sientes la necesidad de volver a reincidir sobre ellas. Quizás, en el futuro, vuelva a investigar en mis raíces latinas y mediterráneas. Pero dudo que vuelva a hacer otro disco de versiones latinoamericanas. 'Licenciado Cantinas' es un disco de parada y fonda. Lo hice cuando tenía que hacerlo y porque tenía que hacerlo. Pero no es a lo que me dedico. Soy autor de mis propias canciones y, espero, aún me quedan algunas por escribir.


Algo queda, no obstante, de raíces. 'Mar de dudas' juega entre el bolero y el tango, pero de manera ingeniosa y personal… Lo que no ocurrió con 'Adiós compañeros, adiós'. ¿Con el tiempo, piensas que te equivocaste al afrontar el tango desde el lado purista en 'El viaje a ninguna parte?


'Mar de dudas' es, en su origen, una habanera que, cuando llegó al estudio, transformamos ligeramente para adaptarla al contexto del disco. No niego, ni quiero forzarme a evitar determinadas influencias. Es normal. Soy un músico de rock que utiliza los géneros como colores de su paleta a la hora de pintar su cuadro. Pero que nadie busque en mis discos el purismo. No me interesa o quizás no estoy capacitado para ello.


'Adios compañeros, adiós' se acercaba al tango casi en estado puro.., para mí un error viniendo de Bunbury.


Entiendo que entre tantas canciones, géneros y discos que he publicado exista, entre diferentes personas, distintas opiniones sobre la validez o el grado de calidad de mi trabajo. Todos los que publicamos música somos muy conscientes de ello. Complacer a todos es imposible. A muchos, ya es un milagro.


Ese disco, 'Licenciado Cantinas', por cierto, ¿fue una forma de dar gracias a Latinoamérica, una forma de devolverle con música a la gente de allí tu afecto por su receptividad hacia ti, o fue una necesidad vital y artística?


Las dos cosas. Por supuesto que es un agradecimiento a todo lo que el continente americano me ha dado. Culturalmente, la riqueza de Latinoamérica es inabarcable. Y yo soy un apasionado de lo precolombino y de lo sincrético. Además, también fue una necesidad creativa y artística que, tarde o temprano, debía encarar.


“Las grandes canciones son las que necesitamos”, cantas en 'Prisioneros'. ¿Es tu lucha permanente?


Las grandes canciones no necesitan de una autoridad moral externa a ti mismo que corrobore su valía. La canción que tú sientes de forma profunda y emocional no necesita de la aprobación de lo políticamente correcto o de lo históricamente aceptado.


Antes de entrar al estudio, me decías que tenías cuatro canciones buenísimas. Me atrevo a hacer quiniela con la seguridad de que fallaré, pero apuesto que 'Salvavidas', 'El cambio y la celebración' o el bellísimo vals de cámara, chelo incluido, de 'Plano secuencia' estaban entre ellas. ¿Estabas muy confiado en este disco?


Bueno, son cuatro de esas canciones que a mí me emocionaron al escribirlas y creí que otros sentirían parecido. Efectivamente, en mi corazón, 'Salvavidas', 'Plano secuencia, 'Prisioneros' y 'El cambio y la celebración' tienen un lugar privilegiado. El público puede coincidir con nosotros o no. O solo en una de ellas, o preferir otras. O que no les guste ninguna. El público es libre y siempre tiene su razón.


DISCO NO POLÍTICO


Entremos en los textos. Tras el baladismo y la abundancia de tempos lentos hay una rabia o denuncia social más que notable –“Habrá una guerra en las calles…, ahora está en peligro tu seguridad”-. ¿Es este un disco político, acorde con el tiempo social de hoy?


Para nada. No fue mi intención hacer un disco político. La política me aburre sobremanera. Ni la sigo, ni me interesa. Es cierto que el detonante de la escritura de la primera parte del disco fueron los movimientos sociales que simultáneamente surgieron en diferentes partes del planeta. La Primavera Árabe, en Egipto y Túnez; el 15-M, en España; Yo Soy 132, en México; el movimiento estudiantil chileno; Occupy Wall Street, en USA… De ahí surgió la reflexión que subyace en casi todo el disco. La necesidad y la búsqueda de un cambio. En la primera parte, desde un punto de vista social, y en la segunda, desde el personal. Las reacciones que provocaron estos movimientos me parecieron extremadamente atractivas. El entusiasmo inicial, el posterior cinismo y sarcasmo con el que muchos reaccionaron y la conclusión de otros, que pensaron o piensan que sólo se pueden cambiar las sociedades con una revolución violenta y sangrienta. También, quienes, con menos ambición, piensan que el cambio global es inalcanzable o sólo se pueden cambiar pequeñas cosas de tu entorno más cercano: tu familia, tu pareja, tu vecindario… Y finalmente, la conclusión de que el verdadero cambio tiene que empezar y terminar por uno mismo.


¿Y cómo se percibe ese malestar social desde Los Ángeles, presuntamente rodeado de glamour?


Pues igual que desde Sabiñánigo. Estamos en un mundo en el que las redes de comunicación nos permiten estar tan informados como deseemos de lo que acontece en Haití o Siria. Todo depende de tu interés. Muchos de los canales informativos más interesantes no aparecen por televisión, ni se imprimen en papel. Además, Los Angeles, es una ciudad donde cohabitan Hollywood y Watts, el barrio negro donde surgieron las revueltas del 92. O el East L.A., exclusivamente latino, y Little Ethipia. Los Angeles es una gran ciudad, están las kardasians y los indigentes. No es una sola cosa. Hay multimillonarios, clase media y gente humilde.


UN BUNBURY ENTRAÑABLE Y TIERNO


Los Stones, como en 'El club de los imposibles', entran en escena vía 'Destrucción masiva'. Es el ataque rockero más punzante, se diría que único, del disco… Algo extraño, por otra parte, en un disco de Bunbury. ¿O no?


Yo pensaba en un cruce de The Cramps con Depeche Mode. Pero uno hace algo que puede sonar muy diferente en la cabeza de los demás.


En general, da la sensación por momentos de que hay un Bunbury entrañable y tierno cantando, una persona como indefensa pidiendo ternura y comprensión…, lo que resulta poco acorde en una estrella del rock. ¿Un estado mental? ¿O falsa percepción?


Me alegra que suene entrañable y tierno. Es lo que pretenden muchas canciones. Cercanía. Esa visión de 'rock star' es algo muy ajeno a mí. Yo pretendo comunicar, establecer un diálogo. No pretendo crear una distancia. Es posible que exista esa barrera en lo personal, lo reconozco, pero no en lo creativo. Cuando me subo a un escenario o compongo una canción, busco el hermanamiento con alguien que hable un idioma parecido al mío.


En México dijiste que “el mundo sólo se puede cambiar cambiándose a sí mismo”. ¿Esa aseveración procede de un cambio personal tuyo reciente? Me confesabas a principios de año que eras un “hombre nuevo”. Si es así, ¿a qué se ha debido ese cambio? ¿Te ha influido la paternidad, quizá? ¿Vivir en Los Ángeles? ¿La edad?


Muchas cosas van cambiando en la vida de las personas conforme van creciendo y transformándose de adolescentes a hombres. En ese proceso emocionante e inevitable, eliges qué parte de ti mismo deja de ser útil o sustancial. Nos ocurre a todos. La paternidad, además, es algo hermoso que te cuestiona y te enfrenta a toda lo morralla que vas arrastrando, creyendo que es parte indisoluble de tu carácter.


ESPAÑOLES ASESINOS


Hablando de México, ¿había, o hay, necesidad de pedir disculpas por la conquista española, como parece que haces en 'Hijo de Cortés'? ¿Palpas en el ambiente esa necesidad, cuando vas allí? En alguna ocasión he leído en Internet que nos siguen llamando asesinos a los españoles…


En realidad, yo quería hacer una canción sobre ese defecto que sacamos tanto a pasear: juzgar y confundir a los pueblos de forma genérica por políticas con las que no comulgamos. Durante todos estos años en diferentes países de América Latina encontré a algunos que juzgaban con rencor a los 'españoles', como si fuéramos un todo igual y genético, culpándonos por el genocidio de la conquista. Igual que escuché a muchos en España o México juzgar a los gringos despectivamente por la difícilmente aceptable política exterior de los USA. O a tantos, ahora, hablando de los 'catalanes' o los 'españoles' de forma insultante. Por eso, la canción recuerda: “No confundas pueblo y soberano”. Yo no tengo nada que ver ni con Cortés, ni con Rajoy, ni con Obama. No son mis representantes, ni pienso, ni actúo como ellos.


Por cierto, esta es una pieza funky con derivaciones santaneras y hasta organísticas del Al Kooper de la 'Supersessions'… Vaya, vaya… La segunda pieza que se sale del molde general del disco… ¿O no hay molde ni establecido no preestablecido?


No, no hay molde establecido. Este es un disco heterogéneo, unificado por una producción conciliadora.


HÉROES PARA MERENDAR


'Miento cuando digo que lo siento' es una petición de perdón aunque con cierta sorna, como explicita el mismo título. ¿Hacia quién va dirigida esa confesión? ¿Es atrevido aventurar que en realidad es hacia tus viejos compañeros de Héroes?


Vaya. La primera persona que hace esa reflexión. En absoluto. No tiene que ver con mis compañeros en HdS. Pero me alegro que me hagas esa pregunta. Porque, aunque pienso que una entrevista no es lugar para hablar mal de nadie, sí que creo que es un buen medio para hacerlo bien. Y no guardo más que cariño hacia mis compañeros y el tiempo que trabajamos juntos por un sueño que se cumplió con creces y, permíteme la rima, mil veces.


A propósito, corren rumores de que no acabasteis muy bien tras la reunión del 2007 y que lejos de cerrar heridas se agrandaron más... Incluso has tenido un pleito con EMI y ellos han estado a las puertas...


En mi opinión, fue una manera increíble de cerrar la historia del grupo. Si alguien nos hubiera dicho en el 96, cuando nos separamos, que, diez años después, llenaríamos estadios de fútbol de España y América, no sé si nos hubiéramos reído o le habríamos partido la cara. Recuerda que el último concierto de HdS en Madrid fue en la Riviera, para 3.000 personas, y en esa gira, solo en España, nos vieron casi 250.000 personas en cuatro conciertos. A toro pasado, seguro que se puede discrepar y pensar que eso se consiguió sólo por nuestra cara bonita. Yo pienso que el trabajo que realizaron los equipos de promotores, mánagers, técnicos y demás personal fue sustancial. De hecho, permíteme que me levante: ¿alguna reunión de otro grupo español que remotamente haya tenido un éxito parecido? Podría haber sido más larga, más corta, más así o más asá. Pero no estuvo nada mal. Vuelvo a decir: es mi opinión. En cuanto a EMI, efectivamente, tuvimos un largo tira y afloja que afortunadamente se solucionó recientemente. Pero son dos temas separados, con raíces y personajes distintos.


Ya sé que es una cuestión sobada y fuera de una entrevista llamémosla promocional, aunque yo no la he enfocado enteramente a ello, pero debido básicamente al interés que todavía sigue existiendo en torno a Héroes, quisiera preguntarte si de esas palabras de cariño hacia tus compañeros, ¿puede deducirse que no has dado portazo definitivo a Héroes ni para un disco, una gira, un concierto... o, permíteme la broma, sentarse a merendar? O por ser directo, aunque nada sea para siempre y el futuro una incógnita universal, ¿Héroes se han acabado para siempre?


Bueno, son muchas opciones las que barajas en tu pregunta. Pero, para cualquiera de ellas, lo primero sería una merienda-cena, para la que siempre estaré dispuesto y encantado.


En cualquier caso, la guapísima 'Mas alto que nosotros solo el cielo' hubiera encajado perfectamente en un disco de Héroes, al lado de 'Tesoro' o 'Con nombre de guerra'. ¿Es difícil sacurdirse el peso del pasado?


¿Tú crees? Ya no tengo esa obsesión. Es un hecho que grabé muchos más discos fuera de HdS que con el grupo. Y que quince años de giras me permiten creer que una nueva generación acude a mis conciertos y escucha mis canciones. Nunca me aproveché del cancionero del grupo en mis shows. Creo que, incluso, lo lógico es que hubiera tocado más de ese material, porque obviamente hay un público que lo hubiera agradecido y, sobra decirlo, es parte de mi historia.


El balance general del disco es abrumador del lado del 'baladismo', por así decir, algo que puede ser positivo pero también una rémora para quien pida algo más efervescente. En términos cinematográficos alguien puede decir que es 'demasiado lento'… ¿No has tenido en cuenta este desequilibrio de tempos?


No. No pienso en esos términos. Necesito contar algo en el tempo que precisa la canción. De hecho, creo que el disco es más 'up-tempo' de lo que en principio pretendía. No tengo la obsesión del rockismo. Soy un autor de canciones que antepone la belleza a la crudeza.


DIRECTO Y GIRA


Será un reto poner en escena un disco como este, por el intimismo que destila, por la abundancia de esos tempos lentos, por la cuestión de las cuerdas y coros… ¿Cómo estás planificando el directo?


¡Buff! Tienes razón. Va a ser difícil. Es un disco con un sonido muy concreto y traer el viejo material a este contexto ya es un reto. No tocaremos el álbum completo, pero sí que va a tener protagonismo. Y el show tendrá un componente audiovisual importante. Pretendo hacer una gira espectacular. Como nunca antes la pude hacer. Quiero que el público salga sorprendido y emocionado. Llámenme pretencioso porque pretendo que les guste.


La gira por España se antoja corta. ¿Calendario o signo de los tiempos?


Siempre me dicen lo mismo. Pero diez conciertos en España son bastantes. Tanto en México como en USA suelo hacer más o menos el mismo número y son países más extensos. Hago lo que puedo, de verdad, para llegar a todos los países. Muchos lugares se quedarán sin visita en este tour: Venezuela, Nicaragua, Panamá… y ciudades importantes, tanto de España como de América. La gira anterior fueron 80 conciertos y acabé destrozado. No quiero repetir ese maratón y, en esta ocasión, he puesto el tope de 50 shows. Ni uno más. De verdad, pido disculpas por ciudades a las que hace tiempo que no voy, pero con este tour no quiero terminar hecho un cisco. Con respecto al disco en directo que se añade en el doble CD, ¿ha habido algún criterio especial de selección?


Sí. Busqué entre el material menos conocido en las versiones más emocionantes de la última gira. El título del disco es 'Cualquier tiempo pasado… Live 2011-12'. No busquen hits, porque no los hay, pero sí algunas de mis canciones favoritas en versiones muy interesantes y diferentes a las que grabé en su momento en estudio.


Por último, ¿puedes explicar por qué con la prensa escrita solo admites entrevistas a través de email? ¿Porque no se tergiversen tus palabras? ¿Por comodidad?


Cuando voy a la televisión doy la cara, en la radio se escucha mi voz y, por escrito, creo que es justo, que sea yo, quien escriba mis propias palabras.

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