Ideas  No hay que gastar mucho dinero para encontrar soluciones en nuestro jardín o terraza. De hecho, a veces es más práctico hacer nuestros propios complementos que esperar a que los viveros se amolden a las tendencias. Aquí van algunas propuestas

Internet es un mundo repleto de submundos apasionantes, y uno de ellos es el de los aficionados al bricolaje que transforman objetos para crear otros. Existe una página de fans de Ikea (www.ikeahackers.net), por ejemplo, que consiste en utilizar algunos de los muebles y complementos más baratos para construir con ellos otras formas que resultarían mucho más caras de adquirirse en una tienda. En esa página, los manitas se hacen llamar a sí mismos 'hackers' y algunos de ellos, apasionados del jardín, aportan ideas sencillas y muy originales.

En apenas dos años, los viveros se han adaptado, y mucho, a las necesidades de los clientes. Si antes eran lugares donde comprar exclusivamente plantas, ahora son pequeñas tiendas de decoración donde también hay cabida (¡por fin!)para los amantes de los huertos urbanos. Aún así, todavía están muy atrás en tendencias y algunas se les escapan. En parte porque ningún vivero es una potente multinacional con una cartera de diseñadores trabajando día y noche, por lo que la oferta es limitada y no apta para todos los bolsillos o espacios. Por eso, muchos jardineros han de ingeniárselas para dar salida a sus deseos, y aquí es donde entran los amigos 'hackers'. Por ejemplo:¿cómo solucionar el ajardinamiento de una pared si estamos cansados de las trepadoras o no tenemos espacio para poner una?Para ello, un usuario de la página ha propuesto utilizar dos sencillos tablones y colgar en ellos varias cajas fáciles de montar. Otros optan por la transformación, y de un farol hacen una curiosa maceta que además resulta más práctica que otras jardineras 'oficiales' que son demasiado grandes o estrambóticas para colgar en el balcón.

En espacios pequeños

Los rincones reducidos son la especialidad de estos 'diseñadores' y por ello apuestan por los muebles de ensamblaje, cuyo éxito se basa en responder a las demandas de los poseedores de pequeños apartamentos. Por eso, a un 'hacker' se le ocurrió utilizar los colgadores de utensilios de cocina para colocar en ellos vasos de metal que hacen las veces de pequeñas macetas, donde cultivar condimentos como el perejil o albahaca.

En la página también se apuesta por el reciclaje, y para ello se utilizan las bolsas como recipiente. Son más prácticas de lo que parece: sirven para el compostaje pero también para el cultivo del huerto urbano (¿quién no se ha lamentado en invierno de las jardineras vacías, una vez se ha recogido la verdura en septiembre?). Precisamente, para el huerto urbano, y en concreto el cultivo de fresas o tomateras, la propuesta es comprar bolsas de apenas dos euros y colgarlas. El cultivo vertical es una buena opción cuando se tiene poco espacio, ya que los tomates se adaptan perfectamente a ese crecimiento.

Quizá una de las propuestas más interesantes, por lo sencillo y barato, es la creación de un invernadero utilizando los recipientes que se venden habitualmente para guardar la ropa en el armario o dentro del canapé. Resultan mucho más eficaces que los invernaderos de verdad, ya que ese plástico pesa más y no se mueve con el viento. Además, acumula más oxígeno en su interior y al ser ligeramente opaco no sufre la semilla de tanta insolación.

Macetas con imaginación

Entre las tendencias del 'hazlo tú mismo' también destacan los recipientes artísticos que muchas veces rozan el absurdo. Los hay que toman prestada la ya conocida moda de nuestras abuelas, utilizar botes de pintura como macetas, pero añaden el toque de color para conseguir que lo cutre se convierta en exquisito. Otros se decantan por la provocación, y no dudan en colgar en el jardín coloridos bolsos que hacen la función de maceta, o incluso viejas botas de agua, tan estancas y fuertes que son incluso más resistentes que los maceteros de resina.