Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Escrache en el Liceo

Abuchearon a los Príncipes en el Liceo de Barcelona. La pareja aguantó el tipo: quizá ya lo habían previsto, hay un manual de protocolo en tiempos de crisis que previene esos extremos.


Fue un escrache de luxe. En un sitio que evoca, como casi todos, la corrupción estructural, los silbidos no debían ser tanto por la Infanta imputada y desimputada cuanto por la soberanía, o sea, por la pasta.  Era un escrache contable.


Un gobierno que impone la injusticia o asimetría en el déficit autonómico, es lógico que la aplique también en las imputaciones regias (en este caso el lapsus fue del Rey cuando dijo en la navidad del 2011 aquello de que "la justicia es igual para todos", vaya despiste).


Ahora la injusticia ya se presupone como requisito del sistema (a nivel de firmware) así que el abucheo fue un escrache de Estado, con lo que soportarlo supuso menos esfuerzo -por ser una misión de mayor rango- que si hubiera sido por Noos o Aizoon.