El Banco de España (sic) ha dicho que se contrate por menos del salario mínimo. Y que se retrase ya la edad de jubilación. Hay dos Españas o tres. La mitad está fuera del sistema oficial y de las jergas estrafalarias de los gobiernos: ¿contrato, qué es eso? La UE propuso hace unos días que hubiera un único contrato, y la España que aún aguanta, a duras penas, se indignó unánimemente. Hay una España que ya hace tiempo que se olvidó de la palabra contrato. Y quizá la UE y el BE se refieren a eso, a esa parte de la realidad que funciona en un estado paralelo. Ya se capeó lo del rescate y la prima de riesgo, aunque ahora estamos en medio de otro rescate que no termina nunca. ¿Contrato, jubilación? Hay una España que hace tiempo que se ha olvidado de todo eso, son palabras vacías, anacronismos. Las propuestas desesperadas pretenden que la España oficial admita a la otra, a la España sumergida tipo Bangladesh. Pero no hay manera. Seguiremos disimulando hasta que se caiga todo el chiringuito. Mientras tanto, los partidos se han repartido otra millonada para gastos. Y que corra el confeti.