Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

El Rey sigue sin abdicar

Para las teles oficiales, que quizá son todas, el problema se resume en que España ha comprado un langostino menos. Estamos como en los tiempos del innombrable ZP, cuando todo el esfuerzo se iba en negar los hechos. Ha habido un cambio de escala (cósmico), un salto en lo que se trata de negar. Pero la actitud es la misma. Por lo que hay que concluir que es una actitud española, o del poder en España, que es lo mismo, porque solo hay un discurso entubado día y noche, sin más alternativa que los millones de tuiteros dispersos, cuyos aguijonazos se estrellan contra el blindaje impenetrable, imperturbable, de las élites que exprimen y controlan al cuatro latas exangüe del estado. Cataluña, con su entusiasmo adolescente, está incitando a España a despertar, pero a estas alturas el Frankenstein ya no se reaviva con corriente alterna. Le vendría bien alguna idea de futuro aparte del siniestro recortable privatizable amiguetil. Una idea. Tanto think tank y no sale ni una gota de contenido para los telediarios. La máxima expresión del país es el espeluznante anuncio de Campofrío.


Al menos el Rey podría haber abdicado o algo. Y cambiar al equipo que redacta los discursos, que debe de ser el mismo que trama los anuncios de Campofrío.