Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Los treinta y seis mil millones

Parece que han llegado los 36.968 millones de Europa, pero nadie sabe dónde están. Ni en qué formato. A lo mejor solo existen en un tuit. Oficial, eso sí.


España ya respira mejor desde que se sabe que ha llegado ese dineral. Aunque oficialmente va destinado a las cajas y bancos quebrados, robados desde dentro, malversados, estafados, etc. Aunque se supone que esos treintayseismil millones de euros y pico van a los bankios, el español del siglo del ladrillo siempre espera, como el arpa de Becquer, que se capilarice algo.


Aunque se sepa que es para el latrocinio y la estafa, España anhela unas migajas de semejante dineral. Algo tiene que notarse. El ministro De Guindos debería repartir mil o dos mil millones por las escuelas. Que lo reparta la Guardia Civil a la hora del Cara al sol y la fiambrera, cien euros por alumno.


Esto ya da para pasar la navidad en el país de los piojos. Hasta sobra para coger la ambulancia como si fuera un taxi low cost.


Hay muchas noticias todas malas, pero el gentío se pregunta a gritos en los ascensores con la mirada ¿dónde está el dinero?


El FROB (Fondo de Reestructuración ordenada Bancaria) gastará esos 36.968 millones de euros en recapitalizar los cuatro bancos nacionalizados: Bankia, Novagalicia y CatalunyaCaixa y Banco de Valencia. 2.500 millones servirán para capitalizar el Banco malo.


Vuelve el esparto y el estraperlo Vuitton, pero algo ha cambiado. Ha llegado el furgón de los euros. De una u otra forma algo de calderilla de ese dineral ha de llegar a la tropa que deambula desorientada por los arrabales de luxe esperando (a) el despido o (b) el desahucio.


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El ministro Montoro ha dicho que Hacienda se plantea publicar una lista con los mayores defraudadores y morosos, tal como se hace en otros países. Ya está tardando en lanzar su Wikileaks.