Tan atrevido como insólito y valiente. Empezar a cantar a los 17 años (en la década de los cincuenta), triunfar en los sesenta y mantener el tipo en los setenta, con lo difícil que entonces resultaba prolongar una carrera más allá de un lustro, fue toda una proeza por parte de Gavy Sander's, un pionero del rock'n'roll zaragozano junto a Rocky Kan, Baby, Chico Valento y Nelo. Pero más heroico e increíble –no conozco a nadie que haya hecho lo mismo- es que, con 67 años, y tras haber abandonado el mundo de los escenarios en el año 1975, es decir, casi hace 40 años, Gavy Sander's se haya liado la manta a la cabeza y con una ilusión desbordantemente juvenil haya vuelto para grabar un disco e incluso para hacer alguna actuación.

No faltará algún joven que sin saber nada del asunto, sin conocer a Gavy y ni tan siquiera la música española de hace cinco décadas, enjuiciará perversamente el hecho. Rellénese esta casilla con todos los prejuicios y opiniones despectivas que se quieran (…………………….…….). Y ahora, después del malvado desahogo, acúdase al disco, oígase sin premeditación y alevosía, enmárquese la escucha y la actitud en la época en que se produjo y, a ser posible, inténtese disfrutarlo. Es posible que cambie la opinión, y si no, peor para él. La música pop, afortunadamente, ya no se mide por las hojas del calendario, sino por su calidad y emoción. Bien es verdad que desde hace un par de décadas, sobre la de los sesenta, especialmente la española, hay como una maldición: música desfasada, intrascendente, tontorrona, vieja…, para jóvenes carrozas. Eso dicen, como dirían del cine en blanco y negro por ser de otro siglo. Da pena incluso cómo las revistas y críticos avezados ignoran y desprecian esta música, huyendo de ella como de la peste. No estaría mal un análisis de sangre para algunos de estos inquisidores, críticos sobre todo: les saldría una deficiencia de hemoglobina cultural más que preocupante, pero allá ellos con sus filias, fobias y desconocimientos universales.

A lo que iba, que un tío de 67 años ha grabado en estos tiempos un disco de rock'n'roll y lo ha hecho de manera impecable. Con esta edad, y tras casi cuarenta de inactividad, lo normal es que le hubiera salido un churro, porque a ver qué actitud puede quedar, qué habilidades para entonar y cantar superviven todavía para no caer en lo patético, qué instrumentación actual mete para no ensuciar un sonido que tuvo unos parámetros sonoros y estéticos más que clarísimos y reconocibles… Pues nada de nada, y aquí la gran sorpresa. Gavy se ha subido al ring y se ha bajado de él sin recibir ni una sola bofetada, ni el menor rasguño. No es poco mérito. Victoria por K. O. Una fenomenal voz para sus años, con una rugosa pero limpia tímbrica que ha macerado el tiempo (y el tabaco), y una entonación impecable, unida al excelente acompañamiento de los zaragozanos Vibrants, han generado este disco trepidante y magnífico relleno de doce canciones que él cantaba en festivales y salas de baile hace la friolera de medio siglo.

La virtud mayor: el sonido, la forma tan fidedigna con que han sacado el espíritu sonoro de la época, sin adendas que lo hubieran adulterado. Bien al contrario: suena a luminoso disco de época, como esas películas de ambientes victorianos donde el más mínimo detalle está cuidado al máximo para sumergir de lleno al espectador en una historia sin un solo desacorde en el atrezzo. Es lo mismo que ocurre aquí. Y eso, aparte de la voz de Gavy, quien delata bien a las claras las palizas de escenario que en sus años mozos se dio, cantando con grupos y orquestas de todo tipo (en una ocasión con 36 músicos), y ganando premios en festivales prestigiosos de la época ('Salto a la fama', incluido), se debe al gran trabajo que han hecho The Vibrants, cuatro músicos avezados en los sonidos de los cincuenta y sesenta como bien dan cuenta sus dos extraordinarios discos publicados hasta ahora. Manuel Villuendas, el guitarrista, toca con instrumentos de aquellos años y amplificadores de válvulas y, pese a su juventud, tiene 'cogido' el sonido de los sesenta de manera impecable. Bajo y batería están en su sitio justo, sin cargar en exceso el acompañamiento (un poco más de bombo o un exceso de caja echa por tierra la grabación, no digamos si el bajo se sale de las tres notas…) y el saxo ataca con el ímpetu propio de los grupos que lo incorporaban, ay, aquellos Rocking Boys. Añádase el trabajo de mezclas y masterización realizado por Jorge Explosión en su estudio gijonés Circo Perroti, quizá el único en España donde más fidedignamente se consiguen los resultados que esta música requiere.

Pero hay otra gran virtud añadida a este disco y a esta 'resurrección': la estupenda recreación que hace de la España musical de los primerísimos sesenta, cuando el rock'n'roll empezaba a permeabilizar los gustos de los jóvenes. La selección es de lo más granado que se escuchaba entonces: 'Il rebelle', 'No lo ves', 'Se oculta el sol', 'Popotitos', 'Los jóvenes', 'Estremécete', 'No seas cruel', 'La plaga'… Todo versiones, evidentemente, de gente como Adriano Celentano, Elvis, Teen Tops, Larry Williams, Cliff Richards…, tónica de la época. Doce canciones, y, entre ellas, algo obligado: las cuatro –'No lo ves', 'A New Orleans', 'Sag warum' y 'Se oculta el sol'- que Gavy grabó para su único disco de 1964, hoy inencontrable, y que hubiera quedado en el olvido. De esta manera, la música zaragozana no pierde uno de sus testimonios pasados y queda para la historia y para generaciones posteriores. Gavy se lo debía a sí mismo, a su familia y a la música española en general. Su papel de pionero así lo demandaba. (Ver más de Gavy Sander's)

Lo celebro con dos canciones del disco: 'Il rebelle', de Celentano, atacado con gran fuerza y actitud, y, merced a la gentileza del propio Gavy y del sello Linacero Store Ocio, que me han dado permiso para subirlo a YouTube, con el 'Good Golly Mis Molly', de Little Richards, que los mexicanos Teen Tops adaptaron en 1960 como 'La plaga' y que de inmediato llegó a España, en octubre de aquel mismo año, ocupando las listas durante ocho semanas y llegando al número 3 el 17 de octubre, haciéndose muy popular. Entonces las listas de ventas y popularidad tenían mucha relevancia. El rock'n'roll iniciaba su tenue penetración en nuestro país y Gavy era uno de sus heraldos… ¡Ahí vuelve la plagaaa...! ¿Te recuerda algo?

http://www.youtube.com/watch?v=949SVMLvn0M&feature=youtu.be

http://www.youtube.com/watch?v=uREvYuzi0Bc