Plantas gratis para el año que viene
Entretenido. Organizar una excursión toda la familia para buscar semillas no solo garantiza un domingo de diversión, sino que nos ayudará a ahorrar mucho dinero en plantas. Además, los jardines y terrazas que incluyen plantas silvestres son más resistentes a las plagas y necesitan menos riego y fertilizantes. En un paseo por los alrededores nos encontraremos con muchas especies que regalan ahora sus semillas.
Están los rosales silvestres, con los rojos escaramujos, malvaviscos repletos de cápsulas que enraizan sin dificultad, las zanahorias silvestres, que adornan cualquier parterre, o pinos que han dejado a sus pies una alfombra de piñones. En la terraza y el jardín también hay plantas cuyas semillas nos serán útiles el año que viene: caléndula, portulaca, capuchina, malva, dondiego, eneldo, perejil... son fáciles de cultivar. Se pueden sembrar directamente o guardar en botes hasta la primavera. Una planta que crece directamente de la semilla está adaptada a las condiciones del terreno. A diferencia de las frágiles especies de vivero, será fuerte y no requerirá grandes cuidados.
ASÍ SE DESPIERTA A UNA SEMILLA
>> Dormidas. Las plantas son listas y tienen un mecanismo de supervivencia: pueden hacer que sus semillas duerman durante décadas antes de brotar. Así, aunque haya largos periodos de sequía, inundaciones, o se produzcan incendios, siempre hay una reserva vegetal bajo tierra.
>> Muy protegidas. Si plantamos una semilla dormida, seguramente no despierte. La cáscara será muy dura e impedirá que entre el agua. También puede ser que las enzimas intervengan para mantener la dormancia. Otras veces necesitan de temperaturas frías antes de despertar.
>> El despertar. Cada semilla tiene su mecanismo y lo mejor es buscar en internet o en libros cuál es el más apropiado. Si el jardinero no tiene tiempo para buscar datos, es buena idea dejar un par de semanas las semillas en el congelador, dentro de una bolsa, y dejarlas después a remojo 24 horas.
