Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

El misterio de la 'bola de fuego' de Osera

Lo de hoy es un auténtico 'expediente X', que hará las delicias de los aficionados a los fenómenos curiosos y platillos volantes. A todos los que gustan de las crónicas antiguas, por el 'sabor' especial con el que se empleaba el lenguaje, les recomiendo que lean ésta, para que comprueben cómo, a lo largo del siglo pasado,  hemos cambiado los periodistas de estilo a la hora de relatar un suceso. La noticia se publicaba el 4 de febrero de 1988, en un momento en que los platillos volantes no habían 'desaparecido' aún de nuestra realidad:

Enrique Carreras, vecino de Osera, volvía a su casa desde Zaragoza, donde trabaja como profesor, cuando vio "una bola incandescente seguida de una estela, que iba cayendo despacio". Enrique frenó, lo mismo que los camiones que iban delante de él, y que se pararon en el arcén de la carretera, y vio "cómo el objeto caía; un fogonazo, como cuando se tira una granada, y una gran humareda negra". Como él, muchos vecinos de Osera, de Alfajarín, de Pina y de Fuentes de Ebro, vieron, alrededor de las siete de la tarde, "una luminosidad repentina que rasgaba el cielo". A esa misma hora, pero también más adelante, el mismo fenómeno fue observado por estupefactos ciudadanos de Teruel -desde Bronchales, en la Sierra de Albarracín, a Jorcas, en el extremo opuesto-, de Zaragoza capital, de Huesca, de La Rioja, de Toledo, de Burgos, de Castellón... a la par que las especulaciones se desataban.

Mientras especialistas en astrofísica se inclinan por creer que el objeto luminoso que surcó el cielo nocturno era un meteorito, los ufólogos -estudiosos de los ovnis- no descartan la hipótesis de que se tratara de una mismísima nave espacial. Carlos Bogdanich, responsable de un programa especializado en Radio HERALDO, considera "muy extraño" que un meteorito pudiera verse "en sitios tan lejanos y a horas dispares" y también el que llevara una trayectoria "distorsionada y no rectilínea". Los ufólogos apoyan esta teoría en otros curiosos factores, como la llamada recibida desde una vivienda del Picarral. En este barrio zaragozano, una vecina detectó la presencia de una furgoneta blanca, matrícula de Barcelona, "cargada de material electrónico". Los estudiosos del fenómeno ovni creen que determinadas personas

-denominadas "hombres de negro"- mantienen contactos con los extraterrestres y están al corriente de su llegada. La furgoneta, según esta teoría, estaría preparada para facilitar unos "encuentros en la segunda fase"...

Se trate de lo que se trate, en Osera, la posible caída del objeto volante ha provocado una conmoción añadida a la producida en media España por su simple visión. En la zona, fueron muchos los vecinos que avistaron la espectacular pasada de la 'bola de fuego', entre ellas el conductor del autobús escolar de Nuez a Osera y el pastor de Fuentes. La Guardia Civil de Pina de Ebro efectuó ayer un rastreo por fincas cercanas al lugar apuntado por Enrique Carreras sin que se encontrara ningún resto. Según señalaron en el puesto de Pina, la batida no puede considerarse exhaustiva "ya que haría falta un permiso de la superioridad para continuar con más medios". El alcalde de la villa, Ángel Rubio, que ha puesto los hechos en conocimiento de la Delegación del Gobierno en Aragón, intentó llegar junto con Enrique Carreras y el equipo de Radio HERALDO al sitio apuntado -junto a una finca denominada La Sorolla-, pero el lugar se encuentra anegado por las aguas del Ebro por lo que fue les fue imposible acercarse.

Pasado el susto inicial, el alcalde y los vecinos de Osera se han tomado el asunto con interés y expectación. Enrique Carreras está completamente seguro de que la combustión y la humareda que vio se debieron a la caída del objeto, y está convencido de que el color negro del humo que vio no puede confundirse "con las columnas blancas que forman los rastrojos al quemarse". Las explicaciones científicas referidas a los meteoritos no están en absoluto reñidas con esta versión. En la facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza señalaron que el fenómeno, producido por la entrada en la atmósfera terrestre de estos cuerpos celestes, no puede considerarse como algo excepcional, sino que ocurre con relativa frecuencia que nuestro planeta atraiga a su órbita a cuerpos que se encuentran en el sistema solar. Una vez en contacto con la atmósfera, y por el rozamiento con el aire, entran en incandescencia a la par que inician su caída. Mientras, el calor va deshaciendo la roca que compone el meteorito, que puede estallar o ir desprendiendo pedazos. Esto es lo que podría haber ocurrido en Osera, si bien en este momento es prácticamente imposible determinar con exactitud lo sucedido. Encontrar algún resto sería, en cualquier caso, de vital importancia para confirmar la naturaleza del fenómeno.

La presencia del objeto luminoso, contemplada por ciudadanos de a pie y desde diversos aviones, no fue registrada en ningún observatorio astronómico del mundo ni en los radares de los aeropuertos. Personal de la torre de control del aeropuerto de Zaragoza, al igual que el de Manises, en Valencia, confirmaron, sin embargo, que habían observado el fenómeno. La tripulación del 45 Grupo de las Fuerzas Aéreas vio de cerca el objeto cuando realizaba su vuelo de Madrid a Barcelona para transportar un órgano que se le implantó a una joven en un hospital de la Ciudad Condal. Fuentes del Ejército del Aire explicaron que "no es la primera vez que los pilotos de la unidad observan este fenómeno, pero nunca se habían encontrado a tan poca distancia de este tipo de objetos luminosos, tenidos por meteoritos.


Imagino que la mayoría de ustedes habrá pensado que se trataba de un meteorito. Si fue así, no consta que se recuperara ningún trozo de él. Y el caso ha despertado (y lo sigue haciendo aún hoy) la curiosidad de los especialistas en platillos volantes. Sin ir más lejos, Bruño Cardeñosa también se ocupa del asunto en su libro 'El misterio OVNI', y habla de tres testigos distintos que vieron esa bola de fuego a las 19.00, a las 19.10 y a las 19.30. Y de otro que asegura haberla visto flotando a tan solo cinco metros del suelo... En fin, como siempre sucede en estos casos, la fantasía y realidad están unidas.

Carlos Bogdanich investigó el asunto, y seguro que vive todavía muchísima gente que vio algo. Así que anímense y cuéntennos su experiencia.


Y el lunes...

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