EN CINCO AÑOS SE HA TRIPLICADO EL NÚMERO DE "MOTEROS"

Zaragoza solo dispone de 300 plazas señalizadas para cerca de 40.000 motos

Las dificultades para aparcar y la falta de civismo de algunos motoristas complica el tránsito peatonal en numerosas zonas. El número de ciclomotores y motocicletas aumenta un 32,5% en cinco años.

Aparcar una moto en el centro de Zaragoza empieza a ser casi una misión imposible. Según el padrón de vehículos de tracción mecánica de 2007, en la capital aragonesa hay ya cerca de 40.000 ciclomotores y motocicletas. Frente a esta cifra, solo hay unas 300 plazas señalizadas de aparcamiento para estos vehículos y la mayoría de los motoristas se tiene que apañar recurriendo a las aceras, como permite la normativa.


Las dificultades para el estacionamiento de motocicletas, sobre todo en el centro, están empezando a causar problemas en el tránsito peatonal en algunas calles, como por ejemplo en el entorno de Isaac Peral o de la Gran Vía. Y el problema puede ir a más, dado el incremento de este tipo de vehículos en la ciudad.


Según la estadística oficial, en 2002 había matriculados en Zaragoza 15.903 ciclomotores y 14.082 motocicletas (29.985). En cinco años, esta cifra se ha disparado un 32,5%: hay 9.767 motos más. Los datos de 2007 arrojan un saldo de 39.752 vehículos, de los que 20.239 son motocicletas.


De momento, no hay planes para atender la creciente demanda de aparcamientos que hay en la ciudad. Fuentes del Área de Servicios Públicos informaron de que la mayoría de las cerca de 300 plazas señalizadas se encuentran en las zonas de aparcamiento regulado o "zonas azules". Se suelen habilitar entre 10 y 15 estacionamientos. "Conforme haya más zonas azules, se podrán incorporar nuevos espacios para las motos", dijeron.


Pero, en cualquier caso, subrayaron que en Zaragoza "no hay graves problemas" de estacionamiento de motocicletas. El motivo fundamental es que en la normativa de circulación de Zaragoza se permite a las motocicletas aparcar en las aceras, a diferencia de otras ciudades, cumpliendo una serie de requisitos.


Según las ordenanzas municipales, "las motocicletas, ciclomotores y bicicletas, de no existir espacios destinados especificamente a este fin, podrán estacionar encima de las aceras, paseos o andenes de más de tres metros de anchura".


Se establecen varias condiciones. El vehículo se debe aparcar en paralelo a la calzada y a una distancia de medio metro del bordillo. La separación longitudinal entre dos vehículos de este tipo debe ser de dos metros. Para acceder al lugar de estacionamiento, hay que mantener el motor parado, excepto para remontar el bordillo, y sin ocupar el asiento.


Esta autorización no es extensiva a las zonas de circulación señalizadas como calle residencial o a aquellas en las que se prohíbe expresamente, como ocurre en el paseo de la Independencia, una limitación muy criticada por los motoristas.


Escasas sanciones


La Policía Local no pudo precisar cuántas sanciones se imponen al año por mal estacionamiento de motocicletas. No obstante, fuentes del Cuerpo indicaron que el número de multas es bajo. "Se trata de ser flexible en la aplicación de la norma y de utilizar el sentido común. Hay que conseguir que los motoristas puedan dejar su vehículo y que no molesten a los peatones", explicaron.


Admitieron que faltan aparcamientos y que en algunas calles estrechas se pueden producir conflictos puntuales. No obstante, resaltaron que el hecho de que se permita aparcar en la acera palía en buena medida el problema. También recordaron que en las zonas azules pueden aparcar de forma gratuita, aunque reconocieron que los motoristas son reacios a dejar allí su moto porque es fácil que sus vehículos reciban algún golpe de un coche.


No opinan lo mismo los motoristas, que creen que habría que triplicar el número de parquines de motos en el centro. Juan Carlos Toribio, de la Asociación Mutua Motera, subrayó que "el problema existe". "Estamos intentando que la Administración se dé cuenta de la necesidad de promocionar la moto para evitar la congestión viaria", declaró. Insistieron en las ventajas medioambientales y de movilidad de una moto frente a un coche.


Los motoristas recordaron que donde aparca un turismo, caben cinco motos. Por eso, lamentaron las restricciones para estacionar en el paseo de la Independencia. "No se permite aparcar pero sí que se instalen las terrazas, que ocupan toda la acera", se quejó Toribio. Además, dijo que la prohibición de aparcar está mal señalizada. "Aceras de más de tres metros no hay muchas y las zonas habilitadas se desbordan enseguida", concluyó.