Emigrantes aragoneses

"En Alemania sienten gran simpatía por España"

Paula Moreno, zaragozana de 26 años, vive en Alemania desde hace cinco: estudia un máster de historia contemporánea y trabaja en una editorial en Berlín.

Paula Moreno, historiadora zaragozana de 26 años, siguió el consejo de su padre y a los 14 se apuntó a la Escuela Oficial de Idiomas para aprender alemán. En 2008 pidió una beca Erasmus para ir a Alemania y, tras acabar la carrera en Zaragoza, decidió volver a Berlín. Allí estudia un máster de Historia Contemporánea de Alemania en la Universidad de Potsdam y trabaja en el departamento de márketing de una editorial jurídica.


Tras acabar la carrera en Zaragoza, en 2010, Paula empezó a buscar trabajo. "No encontraba trabajos ni de fin de semana o de media jornada. Me quedó claro que la situación no iba a mejorar en España a medio plazo, así que por amor y animada por la experiencia en la universidad alemana decidí volver a Alemania. Aunque aquella relación se terminó, me quedé en Berlín para seguir con mi formación académica, acumular experiencia laboral y perfeccionar el idioma", explica.


Compagina sus estudios con un trabajo de jornada reducida (20 horas semanales). "Los horarios de las clases o seminarios suelen ser flexibles, de manera que los estudiantes pueden compaginar mejor la vida laboral y las clases", apunta. Su vida diaria transcurre entre las clases, la biblioteca, el comedor universitario, el trabajo y los transportes públicos.

En Alemania también hay precariedad

Desde fuera, ve la situación de España con preocupación. "Mis amigos y compañeros de carrera se encuentran en el grupo más vulnerable de las estadísticas de desempleo, a caballo entre el paro juvenil, la explotación y la precariedad laboral", afirma. Aunque señala que el mercado laboral alemán no es idílico. "En Alemania también he vivido situaciones de precariedad y prácticas empresariales fraudulentas. Estas experiencias me han hecho consciente de que la vulneración de los derechos laborales no conoce fronteras", reflexiona.


Paula reconoce que los alemanes tienen tantos estereotipos sobre España como los españoles sobre Alemania. "La mayoría de los tópicos asociados a España son positivos y están relacionados con el verano, la costa, el buen tiempo, gente amable, diversión, etc. A raíz de la crisis económica, muchos medios alemanes están dando a conocer la realidad actual en España (paro juvenil, desahucios, corrupción, manifestaciones) y eso está desmontando la idea romántica del país feliz. Pero en general, los alemanes sienten gran simpatía por España", asegura.


Anima a otros jóvenes a emigrar a Alemania, pero advierte de que "saber alemán es imprescindible". "Alemania tiene un mercado laboral muy dinámico. Desde hace unos años los sectores más demandados son el industrial y el sanitario. Berlín resulta muy atractiva para la gente joven y el coste de la vida es menor que en otras ciudades como Múnich o Hamburgo. Pero Berlín encabeza la lista de ciudades con más paro del país, con una tasa del 13%. Abunda el trabajo precario, como los 'minijobs', que al principio fueron ideados como un complemento para estudiantes o personas que reciben ayudas sociales y que han terminado copando las ofertas", afirma.


Ella echa de menos a su familia y a sus amigos, los paisajes aragoneses, las relaciones sociales más cercanas, el carácter aragonés... Cuando acabe el máster, probablemente el próximo año, no descarta mudarse a otra ciudad alemana o a otro país. "La experiencia en Alemania me está enriqueciendo mucho a nivel personal y laboral. Estoy teniendo la posibilidad de estudiar lo que realmente me gusta y compatibilizarlo con un trabajo que me permite ser económicamente independiente. Pero reconozco que me gustaría volver a Aragón", asegura.