Una pareja de buitre negro sobrevuela el Moncayo

Se trata de un ave carroñera en peligro de extinción de las que apenas quedan 1.800 parejas.

Uno de los ejemplares avistados en Moncayo.
Una pareja de buitre negro sobrevuela el Moncayo
Ismael González

Agentes forestales del Ayuntamiento de Tarazona y el naturalista turiasonense Paco Ventura han avistado una pareja de buitre negro en el Moncayo. Es un ave carroñera en peligro de extinción, de hecho en España apenas quedan 1.800 parejas, una cifra muy baja.

“Aquí tenemos buitre leonado, y desde hace unos años se ha visto algún buitre negro sobrevolando por la zona, la diferencia es que en esta ocasión han estado más tiempo e incluso se les ha visto comer en el mismo monte de Tarazona, lo que es señal de que esta especie se puede ir encontrando a gusto en este territorio, lo que sería muy importante”, explica Ismael González, jefe de unidad de los agentes forestales de Tarazona.


Los agentes fueron testigos de cómo los buitres negros comían una res muerta en el suelo, infiltrados en un grupo de buitres leonados. Es la primera vez que se veía algo así, y aprovecharon para realizar cientos de fotos y videos para dejar constancia del momento.


Suelen vivir en zonas del sur de la península, como el Parque Natural de Monfragüe (Cáceres) o el Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real y Toledo). En el resto del mundo hay muy pocas parejas de esta especie. “Hace unos años fue reintroducido en el Pirineo leridano, y ha habido éxito de cría. Todo apunta que estos ejemplares de Moncayo puedan venir de esta zona por la proximidad, pero también podrían llegar desde el sur, porque son rapaces que cubren grandes distancias”, informa González.


Aunque el buitre negro y el buitre leonado son muy similares, hay características que los diferencian. “Rivalizan mucho porque el buitre negro es una especie que defiende mucho la comida y por este tema pueden surgir muchas peleas y rivalidades. Por el territorio también, aunque menos ya que el buitre negro anida en los árboles mientras que el buitre leonado lo hace en la roca, en los cortados, como puede ser en la cola del embalse de El Val, donde hay una importante comunidad”, indica el agente forestal.


Además, el buitre negro tiene más envergadura, “llegando a medir hasta tres metros, siendo por lo tanto una especie más robusta”. “Como en este caso eran sólo dos, no les quedaba otro remedio que hacer caso al grupo de buitres leonados porque había más ejemplares”, finaliza Ismael González.