feria del pilar
Generosa puerta grande de Emilio de Justo
Tarde triunfalista en la que el gran toro Guajiro, que estuvo por encima del extremeño, no tapa el petardo ganadero de El Pilar.
Guajiro, en mitad del petardo del Pilar y de El Pilar. Igual que en 2022 se le agradeció a Moisés Fraile rescatar –junto a Los Maños– otra feria de desastre ganadero, hoy toca afearle una corrida pobre en presentación y juego, en la que se jaleó cualquier conato de arte.
Suerte que apareció ese torete, escurrido de carnes, para que el público ocasional pudiese defender su entrada con esa puerta grande de Emilio de Justo. Con esas dos orejas triunfalistas por una labor en la que el extremeño estuvo por debajo de tanta clase.
El animal fue pronto y alegre. Cantó su buena condición en el capote -desde el quite por chicuelinas de Aguado- y en la muleta siguió desplazándose en largo, con la emoción que alcanzó sus cotas más altas en una serie de derechazos y el de pecho.
El cambió de mano le sentó mal a ambos. Al natural, la faena se vino abajo. Todo muy mecánico. Acelerado hasta enterrar un estoconazo que le acercó la salida a hombros, en una tarde de disparidad de criterios.
A Jorge Moreno se le fue la mano con ese doble trofeo. Antes, sin embargo, había estado correcto al no premiar una faena en la que a De Justo también le faltó rotundidad, consintiendo al toro (2º) en la media altura pero sin acabar de traérselo y ni crujirlo.
El pacense se llevó el mejor lote y su paisano Alejandro Talavante, el peor. El primero, el más cuajado del encierro, tuvo poca fuerza y menos gracia. Y tampoco se la puso él, toreando al hilo del pitón. Sin ponerse de verdad. Con la indolencia que mantuvo después ante el cuarto.
Ese Jovito, que ni siquiera alcanzó los 500 kilos, apenas se sostenía y Talavante no pasó de las probaturas. Bruscas. Despegadas. Con continuos aspavientos para justificarse ante los que, tras varias decepciones, hoy lo esperarán de nuevo con la de Juan Pedro...
A poco que embista mejorará el conjunto de este viernes. Porque Pablo Aguado también topó con dos bureles de dudosa seriedad, que se derrumbaron en varas por su blandura y no tuvieron fondo para llegar al último tercio.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de Zaragoza. Octavo festejo del abono de la Feria del Pilar, con casi lleno en los tendidos. Sonó el himno de España antes de arrancar el paseíllo y se lidiaron toros de la ganadería El Pilar, bajos en presentación y juego, exceptuando el segundo y el quinto.
Alejandro Talavante: silencio y silencio.
Emilio de Justo: ovación tras petición y dos orejas.
Pablo Aguado: silencio y silencio.
Presidió Jorge Moreno: generoso y triunfalista.
