fiestas del pilar 2021
"Mamá, por lo menos quiero dar la mano a los cabezudos"
Los niños y también los padres han disfrutado de lo lindo en la primera función de estos personajes que a causa de las restricciones se han convertido en actores.
Los cabezudos imprescindibles en unas ‘no fiestas’ del Pilar que se precien se han transformado en actores que, como si de Madonna se tratara, han sido recibidos en el pabellón Siglo XXI del Actur de Zaragoza con las luces encendidas de los teléfonos móviles. Media hora antes de empezar la función los nervios ya se dejaban sentir entre las familias que hacían fila para acceder con las entradas que habían reservado y que tanto les habían costado conseguir, ya que la página web se colapsó y se agotaron enseguida.
El graderío del recinto ha estado a rebosar de pequeños que con cara de ilusión esperaban la salida de sus personajes favoritos. Pocas de las personas que reservaron las 1.620 plazas han faltado a una cita obligada para los menudos de la casa. Javi el Mago ha sido el encargado de presentar un espectáculo de unos 45 minutos de duración, sencillo y sin pretensiones, en el que ha participado al completo la comparsa de gigantes y cabezudos. Los chavales han demostrado de sobra que se saben al dedillo las coplillas que han cantado a modo de saludo a para cada uno de los once cabezudos.
“Mamá por lo menos quiero dar la mano a uno de los cabezudos” era una de las frases que más se escuchaba entre los que ocupaban las primeras filas. Y los niños y niñas han tenido oportunidad de hacerlo en algunos de los momentos en los que se han acercado al público sentado a pie de pista. Saúl, de 4 años, ha conseguido hasta dar un abrazo a su adorado Morico, del que llevaba una figura. “Ha sido muy bonito y emocionante porque los niños tenían muchas ganas de verlos. Es una manera de poder recuperarles la ilusión y la pena es que ha habido gente que se ha tenido que quedar fuera”, decía su madre, Elba González.
La propuesta, basada en los bailes y las coreografías que la comparsa suele hacer por las calles, ha gustado en los tiempos que corren. “Más vale esto que nada. Ha estado divertido para lo que se puede hacer. Se lo han pasado muy bien”, aseguraba Gabriel del Río junto a sus hijos Erik, que presumía de un látigo en versión reducida que le había hecho su tío, y Elsa, de 5 y 3 años, respectivamente. “Antes de venir les hemos avisado de que no iban a poder correr ni hacerse una fotografía con ellos, pero les ha dado igual, lo importante era volverlos a ver”, aseguraba Yolanda Martín, que acompañaba junto a otros padres a un grupo de chavales de entre 2 y 7 años.
Tras un año de parón, los cabezudos también se han reencontrado con su público más fiel y seguidor. Es el caso del Morico, que enseguida ha localizado a un grupo de La Almozara que año tras año lleva una camiseta suya y acude allá donde van. “Para nosotros ha sido también emocionante. Teníamos muchísimas ganas y en los últimos días hemos sentido ese gusanillo de volver a una cosa que nos encantaba”, reconocía Domingo Carrillo, que lleva tres décadas dando la vida al Morico.
El próximo par de pases está programado para este lunes, 11 de octubre, con 178 personas por turno, en el PDM Ciudad de Zaragoza, en Las Delicias. Los días 13, 14 y 15 las citas serán por la tarde, en San José, en el CDM La Granja, con 256 espectadores por actuación; en Santa Isabel, en el PDM Fernando Escartín -195 personas por pase-; y en el CDM Monzalbarba --378 asistentes por espectáculo--, respectivamente.
Cerrarán esta gira el próximo sábado, 16 de octubre, en el PDM Valdefierro, donde habrá 298 entradas por sesión, y el domingo día 17 en el CDM Torrero --96 personas por pase--, en sesiones de mañana.
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