Ninguna fiesta puede llamarse así hasta que no se suben al escenario los componentes de La Pegatina. La banda catalana presentó anoche en el escenario del Espacio Z su quinto disco y en cuestión de segundos contagió su optimismo y sus ganas de juerga a un público que ya había entrenado pegando brincos con la enorme banda telonera. 

Los argentinos Caligari hicieron su circo (literalmente) y calentaron el ambiente para acabar introduciendo a La Pegatina con una canción entonada a medias.

El estallido de confeti inicial de La Pegatina se ha convertido en una seña de identidad del grupo y en Interpeñas causó anoche el efecto esperado. En cuanto el confeti rozó el aire, el público comenzó a saltar poseído por una mezcla gamberra de rumba, ska, rock y buen humor que no dio tregua durante casi dos horas de concierto.

La banda tocó los temas de su nuevo disco 'Revulsiu' pero también deleitó a los asistentes con sus canciones más populares. Interpeñas bailó y cantó al unísono durante el ya clásico 'Lloverá y yo veré' y en el imprescindible 'Maricarmen'. Los siete componentes de La Pegatina lograron llevar a sus fans al estado de euforia y el público acató encantado sus órdenes coreográficas en las canciones con baile estipulado.

Al final, La Pegatina volvió a demostrar su cercanía y se bajó del escenario para tocar la última canción en medio de la multitud, otro hábito que se ha convertido en característico de los conciertos de los catalanes.

El original elenco de músicos y las voces de Rubén Sierra y Adrià Salas se han vuelto un imprescindible de las Fiestas del Pilar y anoche volvieron a demostrar que son el alma de cualquier fiesta que se precie.

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