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Nuevas protestas de las familias del colegio Ana María Navales de Zaragoza: "Es la historia de nunca acabar"

Llevan a cabo una batucada un día después de cuando, según las promesas del anterior Departamento de Educación, deberían haber acabado las obras el centro. 

Movilización de las familias del colegio Ana María Navales de Zaragoza.
Movilización de las familias del colegio Ana María Navales de Zaragoza.
Toni Galan

Las familias del colegio Ana María Navales de Zaragoza están "de luto". El domingo se deberían haber acabado las obras del colegio. Así lo anunció el anterior Departamento de Educación, dirigido por Felipe Faci, pero la realidad es que a día de hoy no solo no está terminada la construcción, sino que se encuentra completamente paralizada, a la espera de que se vuelva a licitar. "Es la historia de nunca acabar", ha lamentado Daniel Anadón, vocal del ampa y padre de una niña de 2º de infantil.

Con una batucada y entre pancartas reclamando 'un cole en condiciones' han querido mostrar el duelo por la 'travesía' vivida en la corta historia del centro. Y, aunque la amenaza de lluvia ha deslucido parte de la movilización, han sido varias las familias que, como durante todos estos años, se han mantenido "al pie del cañón" en la protesta. Ha culminado con padres, madres y alumnos poniendo lazos negros, simbolizando el típico crespón en señal de luto, en las vallas que delimitan las obras. 

Fue en 2019 cuando se creó sobre el papel el que sería el segundo colegio del barrio de Arcosur y la idea era que las obras comenzaran en 2020. No fue así. Primero lo retrasó la pandemia, después, con la subida del precio de los materiales, la licitación que se sacó quedó desierta. Y se volvió a licitar por 1,4 millones más, elevándose la cuantía a 9,7 millones de euros. Las obras se retrasaron más de dos años, lo que obligó a 'improvisar' un centro educativo conformado solo por barracones. 

El pasado mes de septiembre, cuando debían de volver los alumnos a clase e inaugurar la parte de infantil (mientras continuaba a escasa distancia la construcción del aulario de primaria), se consiguieron todos los permisos 'in extremis'. "El primer día un niño se cortó con una chapa", ha recordado Anadón, quien ha criticado que el centro no estaba preparado para esa apertura. De hecho, aún ahora por las tardes continúan los trabajos de remate de diferentes gremios. 

"Todo lo que podía pasar, ha pasado", ha resumido Anadón al referirse al, de momento, último capítulo de la historia. En diciembre de 2023, el Departamento de Educación anunció la rescisión del contrato con la empresa Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC) debido a los retrasos y las deficiencias acumuladas. "Ahora con todo paralizado, luchamos para que se licite cuanto antes y para que se aseguren de que los barracones necesarios están para septiembre", ha señalado. 

Son 150 alumnos de primaria los que deberán regresar a estas aulas prefabricadas, que se ubicarán en la parcela de la Casa del Barrio, cedida por el Ayuntamiento de Zaragoza. "Queremos que nos tomen en serio y que la empresa que coja la obra empiece cuantos antes", ha reclamado, al tiempo que ha criticado la situación en la que se encuentran el conjunto de menores, con "puertas que cierran mal, el suelo lleno siempre de tierra y otros riesgos de tener una obra al lado". 

Y aunque ha destacado el carácter "dialogante" de la nueva Consejería de Educación, ahora dirigida por Claudia Pérez Forniés, ha pedido celeridad en todas las tramitaciones. La intención, según han apuntado desde este departamento, es licitar la obra el próximo mes de marzo e invertir en ella 5,3 millones de euros. 

Estas mismas fuentes han explicado que ya se ha redactado el proyecto básico y de ejecución para finalizar las 9 unidades de primaria pendientes. El plazo de ejecución es de 10 meses, aunque se prevé una ocupación parcial a los cuatro, pudiendo así los alumnos utilizar el gimnasio y la sala de usos múltiples. 

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