sucesos

Un joven se cuela en una casa habitada de Caspe y se atrinchera en una habitación

El intruso aprovechó un descuido del propietario para correr escaleras arriba y encerrarse en un cuarto de la segunda planta.

Un agente de la Policía Local de Caspe, en una imagen de archivo
Un agente de la Policía Local de Caspe, en una imagen de archivo
Mª C. Ribó

Un vecino de la localidad zaragozana de Caspe tuvo que recurrir el pasado domingo a la Policía Local para lograr desalojar de su vivienda a un joven que se aprovechó de que la puerta estaba abierta para colarse dentro y, para sorpresa de su propietario, atrincherarse en una habitación de la segunda planta. El intruso se negaba a salir y amenazaba con autolesionarse si intentaban sacarlo a la fuerza, por lo que los agentes decidieron solicitar refuerzos a la Guardia Civil.

Los hechos se produjeron sobre las 11.30, hora a la que una patrulla de la Policía Local que hacía labores de vigilancia con motivo de la celebración de Expo Caspe 2023 fue alertada de un posible allanamiento de morada. Los municipales se desplazaron enseguida hasta la calle de Casteldasnos, donde el dueño de la casa les puso al tanto de la extraña situación. Según éste, aprovechando un descuido, un joven se había metido dentro y alegando que la vivienda era suya se negaba a salir. El legítimo propietario del inmueble les explicó que esta misma persona ya había intentado colarse el día anterior, sin llegar a conseguirlo.

Los agentes trataron de dialogar con el intruso para que accediera voluntariamente a abandonar la vivienda, pero lejos de hacerlo empezó a amenazarles y les advirtió de que si intentaban sacarlo se haría daño a sí mismo. Al parecer, para evitar que derribaran la puerta del cuarto, el joven llegó a colocar varios muebles detrás. Finalmente, la Policía Local de Caspe pidió apoyo a la Guardia Civil y tras casi tres horas de negociación, juntos lograron que el ‘okupa’ depusiera su actitud y se entregara.

Al proceder a la detención del joven por un delito de allanamiento de morada, los funcionarios comprobaron que este, de origen marroquí e identificado como M. D., tenía varios cortes profundos en las piernas. No portaba ningún arma blanca, por lo que le preguntaron cómo se había hecho las heridas, a lo que este respondió que rompiendo una lámpara. En un primer momento, el arrestado se negó a recibir asistencia sanitaria. Sin embargo, una vez en el calabozo, al ser consciente de la entidad de sus lesiones, solicitó a la Policía Local que lo llevaran al centro de salud.

El investigado pasó la noche detenido y a primera hora de este lunes fue conducido al juzgado de guardia de Caspe, quedando en libertad tras prestar declaración por estos hechos.

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